Y déjeme le platico, mientras los dirigentes estatales Marlon Ramírez Marín y Sergio Cadena Martínez han mostrado todo su interés por sacar adelante la coalición y han insistido en la necesidad de ir juntos por Xalapa, el líder del PAN en la entidad; evade el tema.
Las justificantes van desde señalar que debe esperar instrucciones de la dirigencia nacional encabezada por Marko Cortés, quien se sabe, ni lo pela y fuma, -tras la soberana llamada de atención que le dio por estar entregado a los intereses del Palacio del Gobierno Estatal-, hasta intentar imponer cambios en otros municipios donde ya se han hecho ajustes y se han puesto de acuerdo, respecto a la equidad y el género, hasta el sentarse en un sillón y poner por escudo su celular, haciendo como que habla con alguien.
Lo que el mismo Chapo se niega a reconocer y admitir es que si aprueba la Coalición en la persona de David Velasco Chedraui, mete en serios problemas a quienes le dictan instrucciones, pues se sabe que la ciudadanía, cansada de Morena, Hipólito y su pésimo gobierno no votaría, ni por Morena, ni por su candidato, por más plásticos que regale.
La actitud del panista ha llevado en muchas ocasiones la situación al punto de provocar que los dirigentes lo manden derechito a ya sabrán donde, por su poca profesional actitud, misma que no conoce, pues lo suyo es traicionar al PAN como lo hizo en tiempos de Fidel Herrera, el otrora poderoso gobernador que compró a la oposición y la arrodillo para vergüenza de su militancia.
Pero lo que el panista no sabe, es que los dirigentes del PRI y PRD ya saben con quien negocia, y excuso decirles amables lectoras y lectores que no es precisamente con la dirigencia nacional de su partido.
Lo grave del tema es que él como presidente Estatal de su instituto político podría garantizar el cierre de la coalición sin consultar nada con Marko Cortés – quien está inmerso en el manejo y operación política de las otras 31 entidades-, pero claro está que no lo hace pues la instrucción de su verdadero líder es seguir haciéndoles el caldo gordo.
De resaltar es la actitud valiente y profesional de Ramírez Marín y Cadena Martínez quienes ya evalúan el presentar posibles pruebas de sus encuentros con el robusto personaje para que sea de una vez retirado de la mesa de negociación y enviado a juicio de expulsión en su partido por alta traición.
Y de una buena vez exhibir las pruebas de sus encuentros con este alto funcionario, que ufano, se mueve como todo un virrey a expensas de su jefe, al que incluso, ningunea entre sus cercanos.
Mientras tanto ese vacío provocado por el panista estaría siendo aprovechado por la coalición de enfrente la denominada Juntos Haremos Historia en Veracruz, para mover y colocar a su próximo candidato por la capital.
Se sabe que muy probablemente dos ex alcaldes de la capital estarían encabezando la fórmula para ir en pos del posible triunfo en Xalapa y junto a ellos una reconocida académica y actual funcionaria del ORFIS.
Así de nueva cuenta Morena postularía a Rafael Hernández Villalpando como candidato a la alcaldía de Xalapa, junto con Ricardo Ahued Bardahuil, senador de la República quien volverá a solicitar licencia.
Al menos, se dice que Ernesto Pérez Astorga, ya tiene a todo su personal instalando cosas en la Ciudad de México, pues la inminente licencia de Ahued, estará por anunciarse.
La fórmula de Morena llamará a la contadora Cecilia Coronel Brizio, quien será inscrita como candidata a la sindicatura, por aquello del equilibrio y equidad de género.
De esta manera retornará Rafael Hernández Villalpando a la alcaldía de Xalapa, aunque sea como suplente y con suerte, termina cerrando la administración municipal, de ganarla.
Mientras que los dirigentes estatales del PRI y el PRD le tienen las horas contadas al personaje que traicionó a su militancia y a Veracruz en su afán de erigirse en el gran traidor.
Al tiempo.
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