Desde hace varias semanas he leído con atención muchas de las columnas de prestigiados compañeros de la pluma que con especial énfasis mencionan a quienes posiblemente puedan ocupar el cargo de Rector de nuestra máxima casa de estudios aquí en nuestro glorioso estado de Veracruz, todos ellos sin lugar a dudas con amplia experiencia académica y con méritos para participar en la contienda.  

Sin embargo, me gustaría desglosar brevemente algunos aspectos que considero se deben de tomar en cuenta y que deberán de hacerlo los integrantes de la junta de gobierno, órgano administrativo que tendrá la enorme responsabilidad de calificar la elección de todos aquellos que se inscriban y deseen participar, sin más entramos en materia. 

Primeramente es preciso mencionar que la convocatoria tendrá por supuesto varios requisitos que cumplir por parte de los aspirantes, quizás uno de ellos y no por eso el más importante, pero si decisivo es el de la edad, dice textual una de las fracciones la segunda para ser exactos: “Ser mayor de treinta y menor de sesenta y cinco años de edad al momento de su designación”, desde ahí ya quedarían descartados varios de los que hoy pretenden jugar para el cargo y que quizás mañosamente no han dicho esta boca es mía a sabiendas de que por este solo hecho están completamente descartados de participar, a estas alturas todos sabemos de quienes estamos hablando, por obviedad los integrantes de la honrosa junta de gobierno deberían de saberlo o deberían de decirles para que no caigan en complacencias, acuerdos, omisiones o concesiones respecto a este tema, sería grave y se tomaría como favoritismo para con alguien o algunos de ellos fueran ungidos con el beneficio de pasar por alto este requisito, lo que por razones lógicas no se puede permitir dado el tamaño de responsabilidad que tienen en su manos estos prestigiados y celebres personajes que integran este órgano calificador, seria no menos que una afrenta para cada uno de ellos y una vergüenza para el gremio académico que conforma la U.V. además de una burla para los participantes. 

Ahora bien, se habla de un tapado, un favorito de parte de la actual rectora Sara Ladrón de Guevara para alcanzar la silla de la máxima casa de estudios, pero ¿Que tanto le conviene a Sara tener a un favorito a estas alturas?, ¿Por qué no tener dos o tres o cuatro favoritos para la contienda?, contar con uno solo sería ocioso y fuera de práctica, ya que si descartan a su “favorito” se queda sin gallo para la pelea y si a esas vamos sería una jugada poco inteligente, por eso tenemos nuestras dudas de que esa será la jugada de la Rectora, dada la astucia que ha mostrado todos estos años para negociar. Ahora bien ¿le alcanza la fuerza a Sara para todavía en el ocaso de su gestión colocar a alguien como su sucesor?, se habla inclusive de que tiene mayoría al interior de la junta de gobierno para hacer esa jugada y poder maniobrar para delinear su plan, en el supuesto de que fuera así ¿esos integrantes que dicen ser de ella se prestaran para tal movimiento o estrategia?, ¿los operadores de Palacio de Gobierno van a permitir tal jugada sin tener ninguna participación en la designación del personaje en cuestión?, no lo creo de verdad. 

Lo cierto es que tal designación deberá de ser del mejor hombre o mujer en todas sus líneas, con una preparación académica que no deje la menor de las dudas, con una enorme y bien ganada probidad, con un prestigio al interior y exterior de la Universidad, un alto nivel de negociación, pero sobre todo que sea un personaje honesto, transparente y conciliador, ya falta menos para saber quién de los suspirantes será él o la elegido o elegida. Veremos qué pasa. Correo electrónico: bernardobellizzia@hotmail.com