Ninguna de las candidaturas fue objetada a excepción de la de Héctor Yunes cuya posición no le gustó ni a él mismo.
Apenas se conocieron los nombres, un nutrido grupo de cenecistas tomó las instalaciones del PRI estatal en Xalapa para protestar ruidosamente por la candidatura de Héctor del que dijeron lindeza y media.
Una iracunda mujer le dijo al delegado del PRI, Jorge Armando Meade Ocaraza, que Héctor quiere votos para “su pinche partido” en referencia al Partido Todos por Veracruz. Cómo es posible que le estén jugando chueco a usted acá mismo en Veracruz, si Héctor Yunes todo el tiempo ha jugado chueco, dijo la mujer que preguntó: ¿Quién vota por Héctor Yunes? ¡Nadie!, fue la contestación general.
A Héctor tampoco le gustó su lugar en la lista. Esto se infiere porque un reportero le dijo Marlon Ramírez que el nativo de Soledad de Doblado había manifestado su “preocupación” por la tercera posición que le tocó.
“¿Usted qué opina?” le preguntó el reportero, a lo que Marlon respondió: “A mí lo que me preocupa son los más de mil candidatos y candidatas que en estos momentos andan recorriendo Veracruz en busca del voto. Me preocupa su seguridad, que no les pase nada y que lleguen con bien a sus hogares. Esa es mi preocupación”.
A pesar de que Héctor sigue viendo por sus intereses en lugar de hacerlo por los del partido al que tanto le debe (convenció a Alito Moreno de meter a más de 140 regidores de varios municipios en la posición número uno), Héctor dejó de ser el engañabobos del PRI que alguna vez fue. Sus chantajes ya no surten tanto efecto en el Comité Ejecutivo Nacional y menos en el PRI estatal donde ya no se espantan con el petate del muerto.
Al mandarlo a la tercera posición el mensaje fue claro: “Tu no irás como nuestro candidato a gobernador en el 2024”.
Es por eso que al interior del tricolor casi nadie pone en duda que más temprano que tarde terminará yéndose a Todos por Veracruz, donde sin ningún problema se ungirá como candidato de ese partido a la gubernatura. “Ojalá ya se hubiera ido; sería un favor que le agradeceríamos siempre”, me dijo un connotado tricolor mientras veíamos la protesta de los cenecistas en la explanada del PRI estatal.
Sólo hay pequeño detalle. Ayer dije que en ese sentido el Plan B de Héctor se llama Todos por Veracruz. Pero si el partido no logra el porcentaje de votos que exigen el OPLE y el INE perderá el registro. Y si esto sucede el Plan B se habrá ido al diablo y puede que Héctor quede en total desamparo.
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