Pérez Bernabe es un muy buen ejemplo de como sí hay quienes se aprovecharon de la desgracia para jalar agua a su molino. Y lo hizo en Gutiérrez Zamora, donde tiene su casa, su querencia y donde ya fue síndico y presidente municipal.
O sea, que está preparando el terreno para seguir pegado a la ubre política.
El ahora diputado reelegido por Morena, por eso manejó a los servidores de la nación para que sólo incluyesen en el censo a sus simpatizantes, como para decirle a los demás, “si no están conmigo, no les toca nada”.
Ese tipo de actitudes es lo que llevó a que el registro levantado por el gobierno federal fuese un gran y estruendoso fracaso.
Ahora en Gutiérrez Zamora les llaman “vividores de la nación” a quienes levantaron el supuesto padrón y que sólo están para servirle a Pérez Bernabé, no a los encargados de Bienestar y mucho menos al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pérez Bernabé ejerce ese control, porque desde un principio él fue quien designó a los funcionarios federales de Bienestar y quien coloca personal en el ayuntamiento.
Vaya, ya le falta poco, muy poco para convertirse en el cacique de Gutiérrez Zamora.
Por lo pronto, los apoyos se concentraron en su familia, sus amigos, sus seguidores, los simpatizantes de Morena bien identificados. O sea pues, en sus votantes seguros y potenciales.
¿Ya tendrían instrucciones desde antes de hacer un censo bien selectivo o se le ocurrió sobre la marcha a Pérez Bernabé?.
Hay familias que perdieron todo y a las que nada les dieron.
Y cuando reclamaron, les dijeron que ya no hay apoyos, que el censo ya se cerró, que qué lastima, que se esperen al próximo huracán, o cosas por el estilo.
Eso fue crueldad, dijeron habitantes del municipio.
En cambio, a los favorecidos, les dieron apoyos a más de uno en un mismo domicilio.
Si en un lote viven la mamá y sus tres hijos, cada uno con su familia, a cada uno le dieron 35 mil pesos para reparar la vivienda, aunque la casa sea la misma.
Si en una familia les toca de a una hectárea de siembra, porque ya no hay más tierra, a cada uno le tocaron 4,500 pesos por la afectación.
Así los apuntaron para que les tocase el beneficio.
Y a otros que de verdad necesitan la ayuda, a esos no les tocó ni el consuelo.
Es lo mismo que se repitió en toda la zona norte del estado afectada por el huracán Grace.
Por eso siguen los bloqueos carreteros, aunque López Obrador le pidió a la población que no lo hicieran, porque a todos les iba a tocar el apoyo.
Pero no le llegó a todos, si no nada más a unos cuantos y muy selectos.
Porque hubo discriminación en el censo y el reparto de los apoyos.
Ese coorporativismo que dice el presidente que ya no existe, ahora se maneja de otra forma.
Y el ejemplo es Pérez Bernabé, el casi cacique de Gutiérrez Zamora.
¿Ahora que va a ocurrir con quienes no les dieron apoyos?.
Porque el reparto terminó el 21 de septiembre.
A quienes no fueron incluidos en el censo les piden que tengan paciencia, que comprendan que el recurso no alcanza para todos, como si eso les fuera a resolver los problemas.
Vaya, hay hasta cinismo de algunos dirigentes de Morena y de sus allegados, como el comisionado del Partido del Trabajo (PT), Vicente Aguilar Aguilar, quien reconoce que hay personas y localidades a las que no les tocará el apoyo, porque el gobierno “está rebasado”, pero pide “paciencia” a la población, para que “les llegue lo que les habrá de llegar”.
¿Y qué les habrá de llegar?.
En una de esas, nada.
En cambio, los afectados acusan que en las casas de los familiares y amigos de los “vividores de la nación” (así los llaman ahora) hay mas de un beneficiario en domicilios.
“Y lo peor, sin que sus casas tengan daños mayores, mientras que quienes tuvimos fuertes destrozos, a un mes del huracán, nos niegan el apoyo”, apunta una profesora afectada.
Nadie los ayuda, ni siquiera el ayuntamiento, mucho menos el gobierno del estado.
Por eso es que los favoritos del nuevo cacique, esos ya se compraron sus motocicletas o sus celulares nuevos (porque de esos aparatos hubo pérdidas por el huracán) y reactivaron las ventas de algunas tiendas populares, además de que -como siempre- le dieron gusto al gusto y las cantinas y bares fueron de los primeros beneficiados con el nuevo flujo de efectivo.
El casi cacique de Gutiérrez Zamora con eso puede decir que sí ayudó a reactivar la economía del pueblo.
Pero en cambio los damnificados que no fueron incluidos en el censo, piden que manden a supervisar a quién se le entregó el recurso, para que vean que sí hay favoritismo.
También reclaman que si el presidente Andrés Manuel López Obrador dice que hay dinero suficiente para atender a todos los damnificados, porque se les niega el apoyo a muchos, que un mes después del paso del huracán siguen con daños y sin nada ni nadie que los respalde.
Dicen que censaron 66 mil viviendas en el estado y que son
2,310 millones de pesos los entregados como apoyos a viviendas.
¿Y las que no fueron censadas o no se les dio el apoyo, cuándo las atenderán?.
Son terrenales, y a veces sí se acuerdan de como los tratan los místicos. |