El siguiente es Salvador Manzur Díaz que fue destituido por irse de la lengua. Recordarás lector que fueron filtrados unos audios donde Salvador instaba a utilizar los programas sociales con fines electorales diciendo que eran “oro molido”. Tiene una carpeta de investigación abierta precisamente por delitos electorales pero las autoridades le están haciendo lo que el viento a Juárez.
El tercero es Carlos Aguirre Morales que fue acusado de desviar más de mil millones de pesos, pero fue obligado a devolver 4 mil millones. Su proceso sigue pero es difícil que lo atrapen, sobre todo si continúa soltando billetes.
El cuarto secretario de la SEFIPLAN con Duarte fue Fernando Charleston Hernández que enfrenta un proceso por el presunto desvío de 138 millones 900 mil pesos. La acusación fue hecha en 2019 y ahí sigue… empolvándose.
Mauricio Audirac Murillo fue el quinto y fue detenido en marzo de 2017 acusado de abuso de autoridad, peculado, tráfico de influencias, incumplimiento de un deber legal y coalición. Es decir, delitos por lo que cualquier mortal estaría refundido en Pacho Viejo. Pero recobró su libertad cuando terminó el bienio de Miguel Ángel Yunes, no por inocente, sino por fallas en el debido proceso.
Antonio Gómez Pelegrín, fue el último titular de la SEFIPLAN duartista y fue detenido apenas el 9 de octubre acusado de abuso de autoridad, incumplimiento de un deber legal y desvío de recursos.
Con excepción de Manzur Díaz, sobre los cinco restantes pesan señalamientos por desvíos, peculado y malversación de recursos por varios cientos de millones de pesos… y cuatro andan libres.
También andan libres ex funcionarios yunistas que tienen órdenes de aprehensión como el ex fiscal estatal Jorge Winckler; Eduardo Coronel Gamboa, ex fiscal especializado en personas desaparecidas; Marcos Even Torres, ex fiscal anticorrupción; Leopoldo Domínguez, ex secretario de Turismo; Enrique Pérez, ex secretario de Educación y Eduardo Téllez Marié, ex titular de Seguridad Pública.
Puro pez gordo.
Tanto la Fiscalía General de la República como la Fiscalía General del Estado saben dónde están ¿por qué no los atrapan?
Del gobierno actual hay al menos una docena de candidatos a la cárcel, lo mismo que en la Legislatura local y el Poder Judicial. ¿Caerán? A no ser uno que otro chivo expiatorio, difícilmente veo en prisión a los peces pesados.
De los alcaldes veracruzanos hay al menos 80 y otros tantos regidores (y me estoy quedando corto) que atracaron artera y cínicamente en sus municipios. Pero no te creas que eso les quita el sueño, saben que un buen moche repartido estratégicamente los convertirá en castos.
Por eso si un día un candidato a gobernador te promete que los va a encerrar, deja de escuchar sus peroratas y busca una mejor opción.
En este país y sobre todo en este sufrido estado de Veracruz donde la corrupción ya se adueñó de la plaza, los ladrones se tapan unos a otros con la impúdica pero efectiva cobija de la impunidad.
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