“La libertad no necesita alas, lo que necesita es echar raíces”
Octavio Paz
¿Dónde viven esos pendejos ? preguntó el bizco
El taller donde los conocí, ya lo cerraron, contestó Roberto.
Pasadas las cinco de la tarde, el Toro ya se despedía, pero las pisadas que se dirigían hacia el departamento veinticuatro lo hicieron esperar. Alertas tomaron las precaucione de costumbre, quedándose callados. La clave conocida los hizo abrir la puerta presurosamente. El Sapo y Miguel entraron muy tranquilos, podría decirse que iban orgullosos. Habían conseguido los carros, aunque en mayor tiempo planeado.
-¿Dónde andaban ? les preguntó Roberto, al tiempo que cerraba la puerta.
Ahorita les explicamos, contestó Gregorio.
Parte de su escrito y narración de una de sus obras de Mario Victoria.
Mario… cruel, realista, brutal, todo lo que narras y todo lo que llevas en la mente de tantos años en tu cabrón trabajo.
Habíamos quedado de platicar en nuestro pueblo, Teocelo. Y en uno de los lugares más característicos de esta ciudad centenaria, llena de cultura, de música, de arte, de universitarios y gente noble, que desgraciadamente quienes tienen la oportunidad de ocupar ese honroso cargo en el palacio municipal, ignoran el talento y el esfuerzo de nuestros egresados de universidades, se rodean de oportunistas y soberbios, del compadrazgo inevitable y del familiar que “ahora es cuando”, ocupa cargos descaradamente, exacto… aquí en el kiosco la cita amigable de quien escribe ya dos magníficas obras: “Sin piedad mataron” y “La Traición, el amigo como Mario Victoria…
-Mario… hablando de pendejos, perdón eso dijo el bizco de tu obra “Sin piedad mataron”, digo de presidentes municipales y de políticos, iniciado tú allá por los años de 1970 y tantos, recuerdo en los Servicios Especiales, cuánta historia llevas, cuantos políticos y jefes de Seguridad Pública trataste, tiempos del coronel Ernesto Vázquez Castellanos, Mario… tuve el honor de tratarlo y de aceptar invitaciones a comer, lo mismo en su hogar en la calle de Zempoala - vecino del entonces líder cañero Roque Spinoso Foglia – y en uno de sus lugares preferidos, de mariscos, de una señora viuda, precisamente enfrente del negocio de Benito…
Me comentabas Mario Victoria – escribo el nombre completo que lleva en sus obras, para no confundir los Mario, uno cantinflesco, otro escritor, peruano español, Vargas Llosa, su mortal obra, “La ciudad y los perros” - que está en revisión tu siguiente libro, “Hijo de policía”, que deja el pensamiento en ese tenebroso mundo de la seguridad o inseguridad, de lo bueno que si existe y lo mucho malo entre el tema de judiciales ahora ministeriales, fiscales antes Agentes del Ministerio Público…
La noche agradable, el sabroso café de los Homero de Teocelo, la tranquilidad del momento, en esta ciudad limpia, sin envejecer en su estética el parque bonito, como solía llamarle la escritora “Siempreviva”, Victoria Méndez, de Teocelo… valido que esté vigente el relato de la visita de Porfirio Diaz, como presidente de México y su recorrido en este parque que ahora estamos disfrutando…
Necesitamos un presidente municipal que logre entender el sentir y el deseo de progresar de Teocelo, coincidimos, en los temas de seguridad, deporte, cultura, arte, teniendo el material humano, ¡¡ carajos !!, y la colaboración de los ciudadanos, ejemplo, el cuidado de las calles en su limpieza, en el centro, en las colonias, en los barrios, la separación de la basura, orgullosamente con un solo barrendero, es suficiente para mantener limpio el centro de la ciudad…
Comenta Mario Victoria:
Existen talentos, pero tienen la necesidad de salir de Teocelo, no tienen el apoyo y además, su carrera universitaria lo obliga a buscar el trabajo en otras ciudades, pero somos pueblo culto porque así lo inculcaron nuestros padres, estudiar y estudiar antes que trabajar, sí, lo hacíamos, en las labores de los padres, en mi caso, - asegura Mario[U1] Victoria – en la panadería, como tú también Alfonso, en eso coincidimos también.
Hemos recorrido todo el Estado de Veracruz, nuevamente coincidimos, desde la sierra de Huayacocotla, Zongolica, Papantla, Soteapan, la huasteca veracruzana, en tareas de cada uno de nosotros, el trato con infinidad de alcaldes, la vieja historia de la selva del Uxpanapa, el retén, sus pueblos y su campamento La Laguna, en aquellos años de los 70 y 80, a cargo de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos, la SARH, su riqueza de la selva y sus conflictos…
A relucir el liderazgo de “Chico” Balderas en la Sección 11 de Nanchital, ambos lo tratamos, como a otros dirigentes del sindicato petrolero, Onésimo en Las Choapas, la 22 en Agua Dulce con los Ricardez Vargas y Ricardez Orueta, llegando al jefe mayor y líder moral de los petroleros, don Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, en su feudo Ciudad Madero, cuando en todas las secciones del país, ordenaba él…
Seguiremos comentando lo que charlamos, en columnas posteriores, lo que podremos realizar cada uno de nosotros en las trincheras de trabajo, para colaborar en el bienestar de nuestro pueblo, Teocelo merece mucho de quienes tanto le debemos…Mario Victoria está de acuerdo, Tony Homero, también… gracias amigos.
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