A quien al parecer le falló el cabildeo previo a las comparecencias, fue al titular de la SEDESOL de Veracruz, Guillermo Fernández Sánchez, quien tal vez pensó que iba a tener un día de campo como lo tuvieron los anteriores Secretarios. Sin embargo, los diputados de oposición se lo comieron vivo y lo dejaron en la lona.

Y es que Guillermo Fernández se presentó ante duros cuestionamientos de los diputados de la oposición, mismos que en varias ocasiones no pudo responder a cabalidad. A la pregunta del diputado del PAN, Miguel Hermida Copado, acerca de los “subejercicios” en los que ha caído la SEDESOL y que incluso estuvieron firmados y avalados por el titular en el informe de la Cuenta Pública, Guillermo Fernández no pudo defenderse. Se vio claramente que no estuvo pendiente de las respuestas que en ese sentido dio el titular de Sefiplan, José Luis Lima Franco.

De entrada se vio muy mal al contestar no tener conocimiento del documento… ¡Caray! ¿Cómo puede un Secretario afirmar no tener conocimiento de la Cuenta Pública que firmó? Pero no sólo eso, sino que al parecer ni él mismo le ha entendido a cabalidad el por qué ya no hay esos subejercicios que tanto se le ha cuestionado al actual gobierno, pues a diferencia de años anteriores, ahora el subejercicio ya no se determina en diciembre, sino que se ha extendido el periodo para la ejecución de los presupuestos hasta marzo de los siguientes años.

Como dirían los jóvenes, a Guillermo Fernández “le faltó barrio” y se vio muy mal.

Pero quien le dio un duro uppercut fue el diputado priísta, Marlon Ramírez Marín, quien le entregó un listado detallado, obtenido de los portales de transparencia, de funcionarios que están en la nómina de la dependencia y que aparte son beneficiarios de diversos programas sociales. El listado incluía nombre, municipios, área de adscripción, remuneración en nómina y el apoyo recibido, y cuestionó Marlon Ramírez a quién de la dependencia hay que atribuir la responsabilidad y si él tenía conocimiento de la duplicidad del cobro, así como las acciones específicas a tomar.

La respuesta de Guillermo Fernández no pudo ser más desafortunada, pues dijo desconocer todo y eso sí, aplicó la consabida dilatoria de “lo investigaré y se lo informaré en menos de 48 horas”. Guillermo Fernández sólo alcanzó a decir al respecto que entendía que se refería a apoyos de un programa emergente y que “los apoyos relativos a un programa emergente, nosotros publicamos las reglas dentro del programa del COVID-19 y las reglas no solamente consisten en que los propios funcionarios no puedan acceder, sino tendientes a no duplicar programas sociales. Así que esta información que usted me entrega con nombres, salarios, en menos de 48 horas lo investigaré y se lo contestaré”.

Marlon Ramírez Marín abundó que estas personas estarían cobrando en total 331 mil pesos al mes, adicional a sus ingresos que oscilan entre los 13 y los 26 mil pesos, aunado a que algunos reciben apoyos de programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro y otros, que no son programas emergentes. Guillermo Fernández, titubeante, con relación a esto dijo “En principio no lo creo, pero lo voy a revisar. Y no lo creo porque cuando iniciamos esta administración tuvimos cuidado de escoger bien al personal de confianza, salvo el personal de base que ya se encontraba allí. Nuestro objetivo principal es ayudar, pero voy a revisarlo”.

La comparecencia que inició alrededor de las 10 de la mañana y las horas que duró -con toda seguridad- fueron de las horas más largas en la vida de Guillermo Fernández, pues además de los aplausos que recibe por parte de los diputados de Morena y de las porras que le lanzan sus invitados en la galería… tuvo enfrente una muy, muy dura -aunque respetuosa- oposición.

La improvisación en la administración pública se paga y a veces muy caro.

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