Apenas pasó el Día de Reyes Magos y aunque en millones de hogares mexicanos y miles de hogares xalapeños, mágicamente, aparecieron juguetes y regalos, la verdad es que en la administración del Ayuntamiento de Xalapa deberá pasar algo de tiempo para comenzar a ver verdaderos resultados.

Hasta el momento lo que hay son buenas intenciones, esperanzas de propios y extraños, y eso sí, una retahíla interminable de asuntos por resolver.

Lo que hasta ahora ha hecho Ricardo Ahued es lo correcto… no ha tropezado con ninguna piedra y tiene la legitimidad que le dieron el centenar de miles de votos. Con esa inmensa cantidad de votos en sus alforjas, que se traducen en miles y miles de voluntades que pusieron sus ilusiones y confianza en él, lo que ha comprado es tiempo suficiente para hacer las reestructuraciones necesarias, correr a quien quiera correr, planear lo que quiera planear e incluso, si se pone rudo, entrarle a uno de los verdaderos cánceres del Ayuntamiento de Xalapa y entidades como CMAS, el pesado lastre de los sindicatos que a estas alturas han demostrado ser más cotos de poder que defensa certera del trabajador.

Hipólito Rodríguez Herrero, en sus postreros días como alcalde, hizo lo que no realizó en 4 años de gobierno, acercarse a la prensa y ofrecer entrevistas largas y tendidas… quería decir “su verdad”, lo que nunca dijo y por qué hizo lo que hizo. En ellas (si tiene Usted curiosidad basta con verlas en los medios de comunicación), habló de los sindicatos, de la corrupción que hubo y había, de lo que pudo resolver y no pudo resolver. Y si Ricardo Ahued tiene tantitas ganas de resolver problemas añejos, bien podría analizarlas también para darse cuenta que el problema es añejo y soterrado.

Ricardo Ahued ha empezado bien, muy bien a decir de muchos. Sin embargo, quienes han seguido de cerca la información no solo ahora sino desde hace años, seguramente recordarán que Hipólito también comenzó el primer día con acciones del tipo de las que está haciendo Ahued... y ya ven, cómo terminó ante la opinión pública.

Lo que ahorita tiene Ahued es una deliciosa luna de miel, no solo con la sociedad, sino también con su propio partido MORENA, con los funcionarios de primer nivel estatal y federal, y hasta con los siempre críticos medios de comunicación. ¡Vaya! Ya hasta lo mencionan en los medios nacionales de comunicación. Hoy no hay quien cuestione porque sencillamente no hay nada que cuestionar. A seis días de gobierno no se puede hacer gran cosa más que planear.

¿Cuánto le durará la luna de miel? Quién sabe, pero los xalapeños no quisieran que termine durante todo su mandato.

Ricardo Ahued, aunque muchos así lo quieran idealizar, no es Rey Mago, y no puede generar nada por encanto. Lo que necesita Ahued es tiempo, tiempo para pasar de lo estético a lo de fondo.

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