Fuertemente señalados al interior y exterior del “Sol Azteca” estos personajes están a punto de representar nada; vaya, pueden perder el recuerdo de lo que cimentaron, gracias a las necedades de pretender intimidar al Gobierno de Veracruz con la infame muletilla de sus “presos políticos”.
Incluso, continúan utilizando el nombre de Goyo Gómez, pese a que públicamente su familia les ha pedido que no usen su calificativo para sus fines electorales. Pero a ellos, esta petición y todo lo demás les vale madre.
Entre la clase política veracruzana, ya nadie se traga los cuentos de que estos perredistas buscan la liberación de los quienes están privados de su libertad por parte de la Fiscalía veracruzana o que pretenden un reacomodo en el partido. Para nada.
Expertos en grillas, buscan sacar raja política, simulando un falsario trabajo partidista, pero llevando agua a su molino.
Caray, ¿quién le puede creer a Manuel Bernal Rivera o lo que queda de él?, este personaje acostumbrado a hacer trabajo desde un café, por obviedad procura conseguir cualquier “apoyito” ya sea para él o para su familia “porque la cosa está muy cabrona”, con todo y que ya ni “líder” es.
Por su parte Yazmín Copete y Arturo Herviz, ciegos e insulsos olvidan que existe una renovación generacional, y proyectando vivir de sus antiguas glorias ponen en riesgo al grupo político que representan y a ellos mismos.
Y es que después de haber comido año tras año, por décadas de cualquier presupuesto, ya sea como regidores, alcaldes, diputados y un largo etcétera, ahora sin una sólida conducción y plataforma andan como “chivos en cristalería” queriendo recorrer a la entidad.
Caray, alguien les debe de decir que en estos momentos el más expuesto es precisamente Arturo Hervíz, pues existen serios señalamientos en su contra durante su última gestión como Presidente Municipal de Ángel R. Cabada y que los "morenos", el ORFIS y la Fiscalía nada más se afilan los dientes.
Veremos qué es lo que pasa.
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