La primera de ellas, realizada por el mismo Ejecutivo Federal, obedeció a su infidencia y poca actitud diplomática al revelar el contenido de la misiva que le enviará la Canciller panameña, Erika Mouynes, quien rechazó por vías diplomáticas el nombramiento de Pedro Salmerón como Embajador mexicano en ese país.
Motivos muchos para tal respuesta del país centroamericano, jamás en la historia de la diplomacia mexicana, se había tenido tan poco cuidado de enviar a las representaciones nacionales en el extranjero, a personajes de tan baja ralea.
Presentar como embajador a un presunto implicado en delitos de acoso sexual, por el simple hecho de ser un aplaudidor de la política o visión del régimen es tanto o más denigrante que condecorar a un delincuente confeso.
Pero peor aún fue el arremeter contra la funcionaria panameña acusándola de ser la “Santa Inquisición” al afirmar: "Resulta que lo propusimos para Embajador en Panamá y, como si fuese la Santa Inquisición, la Ministra o Canciller de Panamá se inconformó qué, porque estaban en desacuerdo en el ITAM", dijo desde el púlpito presidencial la mañana de este miércoles.
La actitud del presidente mexicano evidentemente tuvo una respuesta, la cual llegó de la mano del reclamo del ex presidente panameño Ernesto Pérez Balladares, quien en su cuenta oficial en Twitter afirmó: “La actitud del señor López Obrador en cuanto a la designación de su representante en nuestro país es infantil. Somos un país pequeño pero digno y valiente. Más nos necesita México a nosotros que nosotros a México”.
¡Tómala papá por andar de hocicón dirían en la Huaca!
Ahora esperemos no se le vaya ocurrir al presidente López Obrador declararles la guerra a estos amigos, porque en una de esas hasta el ridículo vamos haciendo.
Al menos le mandará a la senadora marihuana –así se ha declarado abiertamente la misma susodicha- Jesusa Rodríguez como para que las cosas no se tensen más, pero por su proclividad al consumo de la hierbita a ver si al rato no la señalan de ser una consumada narcotraficante, y con eso de que seguro vía valija diplomática le mandaran sus carrucotes, pues al rato otra vez nos veremos inmersos en una tensión diplomática más.
Pero esa no fue la única declaración desafortunada, la otra tuvo lugar en Álamo, hasta donde el gobernador Cuitláhuac García Jiménez se apersonó como parte de una gira de trabajo, en donde habló de las bondades del convenio que la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) viene realizando con los municipios para que estos puedan acceder a una bolsa de 600 millones de pesos que destina el gobierno federal para ello, cobrando por medio de la Sefiplan el impuesto predial.
La declaración en comento, llegó cuando el Ejecutivo Estatal afirmó: “Los senadores del Partido Acción Nacional (PAN) buscan artificios para desacreditar a la Cuarta Transformación, pero antes de que desaparezcan los poderes en Veracruz, primero desaparece el PAN.”
¿Acaso el Gobernador García Jiménez sabe de algún plan exprofeso para vía decreto o resolución unilateral pueda desaparecer un instituto político del tamaño de Acción Nacional? ¿o solo fue una declaración más de esas que se dan tras empacharse de tamales? Porque de ser lo contrario estaríamos ante una amenaza velada de intentar acabar con la democracia en este país.
Lo cierto es que guste o no el PAN es un partido político con historia, que a diferencia de Morena, se construyó con base en verdaderos pensadores mexicanos, que elaboraron un ideario y pensamiento político que formó y construyó cuadros valiosos, que con el paso del tiempo fueron dejado huella en la historia nacional.
Es urgente que tanto al presidente López Obrador como al Gobernador García Jiménez les asesoren en eso de soltar declaraciones de sus roncos pechos, de esos que sabemos no son bodega, pero que si alojan serios resentimientos, que no ayudan, ni benefician a la buena y sana convivencia entre la sociedad.
Al tiempo.
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