El Presidente @lopezobrador_ también tiene derecho a la libertad de expresión, esa no es exclusiva, hoy exhibió a quien lo insulta y difama”.
Salió, pues, en defensa del presidente ante la avalancha de críticas que le cayó encima por haber divulgado supuestos ingresos de Carlos Loret de Mola, lo que constituyó un delito pues violó la Constitución, el Código Fiscal de la Federación y la Ley General de Protección de Datos Generales.
Para la señora Nahle, que el periodista haya exhibido que el hijo mayor de AMLO, José Ramón López Beltrán, ocupó con su pareja Carolyn Adams una mansión en Conroe, Texas, propiedad de un alto directivo de Baker Hughes, una de las compañías petroleras más grandes del mundo, con la que el Gobierno mexicano tiene contratos vigentes por más de 151 millones de dólares, lo que podría constituir un conflicto de interés, tráfico de influencias y corrupción, es insultar y difamar al tabasqueño.
Su defensa, se entiende. Como colaboradora del presidente era obligado que la hiciera (en Veracruz, en cambio, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez guardó silencio y no salió en defensa de quien tantas veces ha salido a respaldarlo públicamente).
Apoya agresión a Loret pero no dice nada sobre la mansión
La funcionaria salió a hacerse eco de la agresión presidencial contra Loret, pero no dijo nada sobre la mansión motivo del escándalo, no desmintió el hecho y menos dio una explicación sobre la revelación que hizo la reportera de investigación Peniley Ramírez en el diario Reforma de que la empresa amplió contratos de uno inicial, en 2018, con un monto mínimo de 26 millones de dólares y un monto máximo de 65 millones de dólares a techos de pago en 109 millones de dólares en 2019, ya siendo ella titular de la Sener, 99 millones de dólares adicionales en 2020 y 68 millones de dólares en noviembre de 2021, con lo que el monto máximo a pagar es de 343 millones de dólares, lo que representa un incremento de 427 por ciento de la cifra original pactada.
Peniley, periodista de investigación, poeta también, originaria de La Habana, Cuba, pero formada como licenciada en Ciencias de la Comunicación en nuestra gloriosa Universidad Veracruzana, corresponsal en México desde 2015 de Univisión Investiga (radica en nuestro país desde 2001), hoy también en Reforma, anteriormente en El Universal, ha exhibido documentos que prueban que en 2019, cuando el hijo y la nuera de AMLO vivieron en la residencia de un ejecutivo de Baker Hughes en Texas, Pemex firmó con esa empresa dos ampliaciones de un contrato por 109 millones de dólares (3 mil 900 millones de pesos).
¿No vio el elefante que se metió en la sala de su casa?
A raíz de la revelación del caso, accionistas de la empresa y legisladores de la oposición están exigiendo que se investigue, pues los hechos encaminan a un evidente conflicto de interés. ¿Estuvo al tanto la señora Nahle de la ampliación de contratos, sin licitación alguna? ¿Cómo presidenta del Consejo de Administración de Pemex no se enteró o, por el contrario, supo todo y por complacer al hijo del presidente guardó silencio? Normalmente, la ampliación de contratos de ese tipo se da a cambio de lo que en nuestro país se conoce como ”moches” o “mordidas”, sobornos. Se hace muy difícil pensar que la funcionaria no se dio cuenta del enorme elefante que se había metido en la sala de su casa. ¿Recibió ella algún beneficio?
A raíz del escándalo desatado por la revelación de Loret de la mansión del hijo del presidente y de la Investigación de Peniley, se ha sabido también que Baker Hughes fue multada en 2007 por la Comisión de Bolsa y de Valores (SEC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos con 44 millones de dólares luego de que aceptó su culpabilidad por pagos a agentes en seis países para obtener contratos (violación de la Ley de las Prácticas Corruptas en el Extranjero). En 2020 se le abrió otra investigación. ¿Sobornó a funcionarios mexicanos? ¿Parte de esos sobornos fue el otorgamiento de la vivienda para que la viviera y disfrutara el hoy hijo incómodo del presidente?
¿Supo lo del hijo, pero se lo ocultó a papi?
Una posibilidad es que, en efecto, como lo ha dicho, López Obrador no estuvo enterado de lo que andaba haciendo su hijo, pero se antoja casi imposible que, en cambio, la señora Nahle García lo haya ignorado, por los millones de dólares que se movieron dentro de su área. ¿Sí lo supo, siempre lo supo pero se hizo de la vista gorda para complacer al primogénito presidencial pensando que con ello agradaría a papi? ¿O de plano se lo ocultó y se quedó callada porque ella obtuvo beneficios también? Si ella supo lo que estaba sucediendo y no lo puso al tanto, entonces cabe pensar que ya selló su destino político, porque nada, absolutamente nada ha golpeado tanto al chocojarocho como el escándalo de lo que ya se conoce como la “casa gris”, al grado que prácticamente lo dejó sin argumentos por lo que le resta de su sexenio. Si en efecto así ocurrió no se lo va a perdonar
Para colmo de la zacatecana, ante la presión del gobierno norteamericano, todo apunta a que la Reforma Eléctrica no va a pasar fácilmente, si es que pasa, o tendrá que ser modificada, lo que también le pegaría, pues solo se quedaría con la refinería de Dos Bocas, cuya construcción también tiene problemas.
Habrá que esperar para saber si se abre la investigación que se está demandando contra la Baker Hughes y los resultados que arroje, si se realiza, pero el panorama para la candidata del palacio de gobierno a la gubernatura parece estársele nublando mucho más de lo que ya está.
Y Sergio Gutiérrez no para y avanza
Mientras el presidente no sabe cómo salir del caso de su hijo y la casa de Houston, el gobernador tampoco de su enredo por el tema del delito de ultrajes a la autoridad, la secretaria Nahle podría resultar implicada en el escándalo de la “casa gris” y circulan en las redes sociales fotos de la mansión en Coatepec del secretario de Gobierno Eric Cisneros, propiedad que, según, ocupa toda una cuadra (¿cuál austeridad?, ¿cuál primero los pobres?), el diputado federal Sergio Gutiérrez visita el estado en plan de trabajo, lo recorre, escucha y atiende a los veracruzanos, con algunos promueve la reforma eléctrica y avanza y gana terreno en su intención de ser candidato de su partido a la gubernatura. El sábado, en Veracruz, lo acompañó la diputada federal Rosa María Hernández Espejo.
Me llama la atención que en las últimas actividades públicas que ha tenido en su calidad de presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, se le ha visto cerca tanto del presidente López Obrador como de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y de su homóloga en la Cámara de Senadores, Olga Sánchez Cordero.
En mi caso personal, siempre he sabido, porque lo aprendí adentro, que una candidatura se construye, con tiempo, y creo que es lo que está haciendo el minatitleco. Por el atractivo que cada vez más tiene entre el electorado, por su presencia en toda la geografía, me recuerda mucho a Fidel Herrera Beltrán. Todo el fin de semana que pasó se reunió con taxistas, con empresarios, con pescadores, con maestros y con todo el que pudo, con algunos en actos abiertos y con otros en encuentros privados.
Sergio, pues, aprovecha el vacío que dejan los cuitlahuistas y lo llena. Mientras, sin hacer ruido por la veda impuesta por la consulta de revocación de mandato, Manuel Huerta aprovecha para revisar su ejército, su estrategia de trabajo y aceitar su maquinaria, verdaderamente considerable, y aparejado con ellos, aunque a nivel municipal, Ricardo Ahued, con un paso impresionante en el arranque de su gobierno, trabaja y hace política de la mejor forma: ofreciendo resultados. Tal vez ninguno de los tres lo desea, pero creo que para nada les disgusta que los del palacio se demoren en derogar el delito de ultrajes a la autoridad por el desgaste que les implica.
Elizabeth Morales, en la boda de Elba Esther
La exalcaldesa de Xalapa, Elizabeth Morales García, presumió en las redes sociales su asistencia a la boda de Elba Esther Gordillo con su abogado Luis Antonio Lagunas en Oaxaca, la noche del sábado. Al parecer fue la única veracruzana invitada.
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