+ Urgen inversiones, frente a una estructura macro y microeconómica devastada
+ MORENA dispuesto a devolver 800 millones; Cámara de Diputados autoriza
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La parte añeja del malecón en Coatzacoalcos, ahí donde concluyen las anchas avenidas reclutas de una ciudad gigante en todo: su historia, su pasado y presente nativo, indígena, colonial, cosmopolita, inhóspito por la desaparición de asentamientos humanos y el resurgimiento años más tarde -un caso: la Villa del Espíritu Santo-, así como su rostro contemporáneo de poderosa mirada industrial, es inconmensurablemente bella…
En lo particular, del Coatzacoalcos antiguo vinculado al de cada día en la tercera década en el siglo XXI, me quedo con el de los obreros, las familias del sector popular, el de los encuentros de amor y las visitas discretas de vecinos de municipios circundantes alrededor de los restaurantes y las vendimias pegadas al río, testigos ruidosos de arribos de barcos imponentes desde cualquier parte de occidente al puerto…
Entre esos espacios para comer y beber y en algunos casos bailar, se encuentra el formal restaurant “La flor del istmo”…
Su bebida aromática no le pide nada al célebre café “La parroquia” del puerto de Veracruz; es un lechero de alto nivel con todas las de la ley…el olor a nostalgias incluido.
Me fascina su convención de lenguaje poético e identitario: la flor del istmo…
Es muy preciso, exacto: el istmo de Tehuantepec inicia en Salina Cruz, Oaxaca y concluye en Coatzacoalcos, Veracruz, frente a gaviotas y pelícanos bañados por las aguas donde nadó Quetzalcóatl…
O bien el istmo de Tehuantepec inicia en Coatzacoalcos y termina en Salina Cruz, en la Oaxaca de Chuy Rasgado -Naila, di por qué me abandonas/tonta, si bien sabes que te quiero-, de Toledo -el pintor que Juchitán le prestó a París-, de Álvaro Carrillo -amor mío, tu rostro querido no puede guardar secretos de amor/ya me dijo que estoy en la gloria de tu intimidad-…
Setenta años de haberse fundado cumple -en el 2022- el restaurant “La flor del istmo” y la noticia sacudió la memoria de miles en el sur de Veracruz y allende el istmo mexicano: los propietarios han sido agredidos, amenazados por una grieta cada vez más convertida en gigante hoyanco habitado por el crimen organizado…
Este dato es cierto, hubo amenaza -les enviaron una cabeza de cerdo-, y estuvo reforzado por una versión -afortunadamente fake new- sobre el cierre del emblemático espacio para el desayuno, la comida, la merienda y la charla en medio de la incomparable sinfonía de olas y plumas de aves siempre mojadas frente a la villa de Allende…
Coatzacoalcos -como buena parte del territorio veracruzano y cada vez más amplias áreas del país- sufre un daño estructural severo en el ámbito económico: hay anuncios de inversiones pero aún no caen las mismas y una vez aterricen -caso concreto el de Braskem-Idesa- resultarán insuficientes por lo cual se demandan más, muchas más inversiones para acercarse -por lo menos acercarse un poco- al boom surgido aquí durante las décadas de los 70s, 80s del siglo XX.
Amado Cruz Malpica, alcalde actual, acudió en algún momento de enero pasado a la fiesta conmemorativa de una empresa fiel a Coatzacoalcos -por la generosidad de este punto clave en el sureste mexicano: CELANESE.
Bien por el edil que atiende a quienes mantienen vivos los empleos en una época de páramo ocupacional.
Ya en febrero, Cruz Malpica anunció la denuncia formal tras una agresión entre policías municipales, cuyo contexto estaría evidenciando la carcomida piel de las instituciones locales a manos de la corrupción y los enquistados intereses de la delincuencia.
Otro acierto del presidente municipal.
Finalmente, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez acudió el miércoles pasado al antiguo Puerto México y escuchó una propuesta -tan desesperada y entendible como inviable- de parte de comerciantes dispuestos a protegerse a sí mismos, a sus familias y su patrimonio con el empleo de armas autorizadas.
“Ante los resultados de estos últimos acontecimientos consideramos que sería favorable el que uno pudiera defenderse por su propia cuenta contando con permisos para portar armas tanto en negocios como en casas habitación”, afirmó Armando Carvallo Brañas, titular de la CANACO local.
La respuesta fue tan lógica como inoperable: denuncien, les dijo el representante del poder ejecutivo a quienes le plantearon violar la ley frente a quienes día tras día no solo la violan sino que -además- rompen ladrillo a ladrillo las paredes de la estructura del Estado y convierten en Coatzacoalcos en un lugar cada vez más difícil para vivir y donde progresar se vuelve imposible, casi pecado…
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Las instituciones de aplicación de justicia tardan en dar resultados pero en ocasiones los ofrecen.
Si bien debemos esperar aún el final de la historia, por lo pronto se anunció este jueves la potencial extradición de una coatzacoalquense destacada aunque no sea por motivos de orgullo sino de vergüenza: Karime Macías Tubilla ex de Duarte, quien escapó -literalmente- en calidad de turista a Londres, Inglaterra.
Su ex marido, Javier Duarte de Ochoa, cometió el mayor robo al erario público en la historia de Veracruz; lo hizo vía cómplices tan ladrones como él desde varios frentes, incluido el periodístico por cierto.
Para la ley también habría operado una complicidad familiar con Karime Macías a la cabeza.
Ya se verá si fue así y hasta donde llegó la convicción del “merezco abundancia” desde la perspectiva del cinismo porque la dama porteña lo supo todo, lo compartió todo y lo disfrutó todo incluso al pasar del Coatzacoalcos al Támesis mirando desde lejos el descubrimiento de un patrimonio de los mexicanos en ranchos lujosos semejantes a la cueva de Alí Babá, su amada, los 40 ladrones y anexas…
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La reconstrucción de la estructura del Estado en materia macro y microeconómica, de la seguridad; inversiones; justicia y el apoyo absoluto, real, constante de los gobiernos estatal y federal; eso requiere, exige Coatzacoalcos…
Valor, capacidad, herramientas humanas inefables hay, siempre los ha habido.
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Coatzacoalcos, por cierto, resulta clave en el espectro electoral de Veracruz.
Rocío Nahle adoptó este lugar como el sitio que la convierte en madre de familia de hijos veracruzanos y esposa de un veracruzano -aunque su esposo es nativo de la zona norte de la entidad-.
Coatzacoalcos tiene un sello político notable a favor de Rocío Nahle en sus aspiraciones a gobernar Veracruz, por lo menos por el lado de quienes gobiernan y manejan MORENA.
No obstante, afanoso y aguerrido como es, el diputado Sergio Gutiérrez Luna -él sí, nativo biológicamente de Minatitlán, a solo 20 kilómetros de Coatzacoalcos- visita a menudo el sur veracruzano como parte de su estrategia para posicionarse -ya lo logró- y reforzar su posicionamiento -no se frena en la búsqueda de este objetivo- entre la sociedad y el electorado veracruzano.
Recientemente desde la cámara de diputados que preside Gutiérrez Luna se debatió y aprobó autorizar a los partidos políticos devolver dinero asignado por el INE para canalizarlo al beneficio de la sociedad en acciones y obras.
La iniciativa fue del diputado minatitleco y presidente de la mesa directiva.
MORENA está dispuesto a devolver 800 millones tras el acuerdo camaral luego de la propuesta de Gutiérrez Luna.
Paso a paso nos acercamos al 2024 y la del relevo en el gobierno estatal es una historia que se escribe línea por línea, con dos sureños a la cabeza…