En enero, su mayor incremento a tasa anual, desde agosto de 1999
Resulta muy significativo y revelador de la realidad que estamos viviendo, lo asegurado por el presidente municipal de Altotonga, Nacho Morales que apenas a poco mas de mes y medio de haber iniciado su administración, tuvo que implementar un programa emergente para abatir el hambre que se registra entre la población de las distintas comunidades.
Y es que de por sí, la crisis que veníamos padeciendo, se agudizó hace casi dos años, con la aparición de la pandemia del COVID 19, que paralizó las actividades comerciales y de producción, trayendo aparejado el despido masivo de trabajadores, que ahora sus familias padecen el hambre.
Por desgracia, el municipio de Altotonga no es el único en donde los pobladores padecen hambre por falta de recursos para poder comprar los alimentos básicos.
Aunque hasta la fecha, Altotonga sea el único municipio, en donde las recientes autoridades municipales han establecido un programa permanente, que durará los cuatro años de la administración, para entregar a las familias una despensa de alimentos.
Para dimensionar y tener una idea más precisa hay que señalar que en la actualidad se tiene la canasta básica con mayor alza en 22 años.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó esta semana, que el valor monetario de la Línea de Pobreza Extrema por Ingresos —determinada por el costo de la canasta alimentaria— se ubicó el mes pasado en mil 481 pesos, por persona al mes en las áreas rurales, y en mil 930 pesos en las urbanas.
Los montos de la canasta básica superaron registros de cualquier mes desde agosto de 1999, con un 12.8% en ámbito rural durante enero.
Otros datos revelan que el costo de la canasta básica mayor registró en enero, su mayor incremento a tasa anual desde agosto de 1999.
En el ámbito rural se incrementó 12.8 por ciento respecto a enero de 2021, y en el urbano 11.9 por ciento.
En enero de 2021 los montos fueron de mil 313 y mil 725 pesos, respectivamente.
En el costo mensual de la canasta alimentaria rural los mayores montos en enero pasado correspondieron a alimentos y bebidas consumidos fuera del hogar, con 306 pesos; carne de res y ternera, con 131; y pollo, con 129.
En el caso de la canasta urbana fueron alimentos y bebidas consumidos fuera del hogar, con 561 pesos; carne de res y ternera, con 147; y productos de trigo, con 126.
En un documento sobre la metodología para construcción de las líneas de pobreza por ingresos, el Coneval explica que la estimación del costo de la canasta alimentaria se basa en los patrones de gasto de los hogares para aproximarse a los valores de consumo de energía y micronutrientes.
Para la determinación de la Línea de Pobreza por Ingresos se agrega al costo de la canasta alimentaria el de un conjunto de bienes y servicios considerados básicos.
Así, el costo de la llamada canasta no alimentaria ascendió en enero pasado a 2 mil 812 pesos corrientes por persona al mes en el ámbito rural, y en 3 mil 958 pesos en el ámbito rural, lo que representó incrementos de 9.2 por ciento y 8.1 por ciento, respectivamente, respecto al mismo mes de 2021.
Los mayores montos de la canasta no alimentaria rural el mes pasado correspondieron a transporte público, con 187 pesos; comunicaciones y servicios para vehículos, con 184; y cuidados personales, con 182.
En la urbana fueron vivienda y servicios de conservación, con 406 pesos; comunicaciones y servicios para vehículos, con 397; y prendas de vestir, calzado y accesorios, con 241.
“De acuerdo con la metodología oficial de medición de la pobreza, las líneas de pobreza por ingresos tienen como propósito proporcionar un referente monetario para comparar el ingreso de los hogares con el costo de una canasta de consumo, y así estimar el estado de bienestar económico de la población”, indica el Coneval en su documento metodológico.
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