AMLO tiene claro que la pelea entre Rocío Nahle y Sergio Gutiérrez por la candidatura en el estado de Veracruz se cerró. Si bien es cierto hace algunos meses estaba definida, después de los apoyos que el minatitleco ha recabado semana con semana, la situación dio un “golpe de timón”. 

El Presidente de los diputados federales cuenta con el apoyo de la secretaria de su partido, Citlali Hernández, y Mario Delgado lo ve con buenos ojos. Además, prácticamente la totalidad de sus compañeros en la cámara se han decantado por él para buscar ser abanderado en Veracruz. 

Sin embargo, el que decidirá las candidaturas para el 2024 será AMLO, y en este momento el tabasqueño duda. No quiere equivocarse con Veracruz, pues ahí podría recuperar parte del terreno perdido en la CDMX. 

Adán Augusto López es partidario de definir entre Nahle y Gutiérrez Luna, por ello, con la anuencia del Presidente, ha pedido una encuesta con sus estadísticos de confianza; un trabajo que permita arrancar con seguridad hacia el 2024. 

La preocupación de los dos López de Palacio radica en que la oposición aproveche la rivalidad (existente a todas luces) entre Nahle y Gutiérrez Luna, además del poco oficio político del Gobernador García, quien se atrevió a decir que no conocía al propio Presidente de la Mesa Directiva en San Lázaro. 

Hay dos problemas para AMLO en Veracruz: las diferencias entre Nahle y Gutiérrez Luna (alimentadas por el crecimiento de este último), y los yerros de su gobernador en el estado, quien no sólo se equivoca hacia afuera, también hacia adentro. 

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