Como era de esperarse, el presidente Andrés Manuel López Obrador lleva mano en la determinación de designar al sucesor de Cuitláhuac García Jiménez.
Muy a pesar de que el dignatario federal afirme que él acabará con el ortodoxo ritual del tapado o el dedazo, eso teniendo un ADN político priista, como lo es el del presidente, sería imposible siquiera de creer.
Un hecho a comenzado a ser muy evidente, y es que si el presidente López Obrador, ha tenido siempre en mente a Rocío Nahle García para ser la sucesora del ahora gobernador, lo cierto es que, a últimas fechas ha sido muy permisivo con el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados Federal, Sergio “Cheko” Gutiérrez Luna, a quien vemos sumamente activo por todo Veracruz.
Recordaremos que fue ese mismo activismo, lo que frenó de golpe y porrazo las claras y evidentes intenciones del Senador Ricardo Ahued Bardahuil, hoy recluido en la responsabilidad de ser alcalde de Xalapa para conveniencia del proyecto Nahlista.
Pero en medio de esa emoción desbordada de actores políticos morenistas, un personaje llama la atención, y salta cual negro en el arroz, quizá por su tez afrodecendiente.
Y es que el otrora poderoso secretario de Gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, se ha quedado solo, en su iracunda e incomprensible actitud por pretender pasar a la historia como el más rudo y tosco responsable de la política interior de Veracruz.
El abandono que experimenta el otatitleco, que afirman raya ya en la orfandad, resultó de una seria carpeta de investigación que fuera presentada al presidente AMLO y a la misma secretaría de Energía, Rocío Nahle García por parte del mismo nuevo titular de la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López, quien habría presentado las prospectivas y escenarios de cara a la sucesión del 2024.
Ahí los datos aportados por el equipo del tabasqueño, apuntaron a que el factor de distanciamiento social y falta de penetración de la hoy responsable de la Construcción de la Refinería de Dos Bocas, era nada más y nada menos, el pésimo papel del actual titular de la SEGOB Estatal, quien mantiene cientos de frentes abiertos, por codicia y beneficio personal.
La lista de presuntos casos de corrupción, acoso político, actos ilegales, elaboración de pésimos dictámenes legislativos –mismos que han sido fallados en contra por la SCJN, y que han convertido a Veracruz y su Gobierno Estatal en el hazme reír nacional- se sumaron a los señalamientos directos de su presunta participación con presuntos grupos criminales, lo que terminó de derramar la jarra de quejas.
Eso obligó a que recientemente, el mismo presidente López Obrador diera instrucciones para cambiar de estrategia y de operador de cara al proceso de revocación de mandato, pero sobre todo de allanamiento de terreno para lo que saben será el reto de consumación de la 4T en el 2024.
Así instruyó a Cuitláhuac García Jiménez para que, junto con el diputado local, Juan Javier Gómez Cazarín e inclusive con todo el apoyo de Manuel Huerta Ladrón de Guevara operen todo acto en favor de Nahle García.
El plan de contención en la persona de Sergio Gutiérrez Luna seguirá caminando, a fin de poder tener una posible salida, al daño generado por el pésimo operar de Cisneros Burgos, quien se asegura, ha comenzado a deslizar informaciones en algunos medios para desacreditar a su antigua benefactora política.
E inclusive se asegura que opera ya una intensa campaña a favor del mismo minatitleco Gutiérrez Luna en su afán de conciliar una salida a su nefasto historial, el cual se constriñe a mantenerse como una especie de turistólogo al estilo de la 4T o a terminar corrido y desterrado como ya lo estuvo en Baja California Sur, en donde, por cierto, las cuentas dejadas a su paso en la administración municipal de Mulegé no fueron nada buenas.
Al tiempo.
astrolabiopoliticomx@gmail.com
Twitter: @LuisBaqueiro_mx |