Que el rencor no sea la base para la Reforma Electoral, sentencia Lorenzo Córdova. Las intenciones del titular del Instituto Nacional Electoral no dejan de ser bien acogidas por quien tenga tres dedos de frente, pero muy ajenas a una realidad propia de lo que se vive en la etapa que han dado por llamar Cuarta Transformación. Don Lorenzo, ellos tienen el poder y hasta donde la pita aguante, ¡la van a estirar!
Rencor, odio, enemistad, resentimiento, al menos en este principio de siglo, pareciera que es la fórmula básica para pretender el poder… sólo basta prometer la cárcel a quien hoy detenta el poder para exacerbar los ánimos del respetable y ubicarlo en un circo romano con el dedito abajo… en pocas palabras, el titular del INE le pide Peras al AMLO…
Somos una sociedad que en su masa, se mueve por resentimiento, por enojo, por enfado… por favor, esto no es un invento de la Cuarta Transformación, ni tampoco el hilo negro de Andrés Manuel López Obrador… de distintos modos, siempre este sentimiento se ha usado como arma política…
Fox prometió la cárcel para los priístas, aunque si la memoria no me falla, no cumplió aunque eso no mermó en nada el hecho de que el PRI se convirtiera en el receptor de una bandera de odio que enarboló el PAN…
López Obrador englobó a PAN y Revolucionario y abrió el abanico para los empresarios, para los fifís, para la prensa, y sigue sumando enemigos en el imaginario, de acuerdo a sus circunstancias…
De cierto modo, la política de engendrar odio es mejor que la de engendrar miedo (aunque aquí entre nos, cada vez que oigo hablar a López Obrador, un ligero escalofrío en forma de temor, sacude mi cuerpo) y la idea de implementarlo, es generar en la sociedad un enemigo común…
En Veracruz, un ejemplo de ello es Fidel Herrera, quien hizo de Miguel Ángel Yunes Linares su antítesis bajo un esquema simple: Si Supermán tenía a Lex Luthor, si Batman tenía al Guasón, él debería de tener a un villano, pero no cualquier villano, uno que estuviera a su altura, de su peso, en similares condiciones de política aunque no tanto de poder…
Así, al tener a un Villano, éste lo ubicaría en el escenario, en el entarimado político, donde habría gente que apoyaría al Tío pero también otra que lo denostaría, que lo abuchearía… y eso de cierto modo, legitima el ejercicio del Poder, al menos en una rama: la Libertad de Expresión.
López Obrador entiende a la perfección el jugar con los sentimientos de la gente, ¡ojo! no sólo de sus AMLievers o AMLOvers, como quiera llamarlos, sino también de sus “Haters”... por un lado, exacerba a sus huestes contra los enemigos, los arenga a la batalla y pica la cresta a sus detractores, lanza el anzuelo, pone el cebo ¡y lo muerden! porque sabe que si él siembra odio de este lado, la oposición ha de sembrarlo del otro.
Así como entre el Amor y el Odio dicen que hay un paso, de la Política del Odio a la Criminalización de la Política, ocurre lo mismo…
Miguel Ángel Yunes Linares en el juego de la alternancia, hizo un excelente papel metiendo al tambo a cuanto duartista se le atravesara en el camino… Cuitláhuac García entró al mismo juego… aunque en una de ésas, Peña Nieto les ganó el brinco con Javier Duarte de Ochoa, lo que para muchos fue un acto de justicia aunque para otros, una manera de salvar su propio pellejo. AMLO en estos momentos, anda por las mismas… Rosario Robles sería un caso por citar al vuelo así como su Consulta para Enjuiciar a Expresidentes… ¿quién del pueblo, de la masa, de la raza, no quiere ver a su ex presidente en la cárcel? ¡La respuesta la tiene Barrabás! Por eso Lilly Téllez hoy sale (bueno, si sus hernias se lo permiten) prometiendo encarcelar al Peje cuando salga de la presidencia… ahorita, ni para votar porque dice que su voto no sirve…
Así las cosas, don Lorenzo Córdova, con sus buenos deseos, no deja de verse como un hombre bueno, creyente del cumplimiento de las Leyes por encima del poder… dijera el mismo AMLO: ¡Ternurita!
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