Si Salinas Pliego estuviera revelando la corrupción en el gobierno de López Obrador, lo mismo que Loret de Mola, tal vez el presidente en este momento estaría hablando del yate de 125 millones de dólares de Ricardo Salinas Pliego, un evasor de impuestos. Sin embargo, Salinas Pliego es el empresario favorito de López Obrador, un empresario que lo ayudó a llegar a la presidencia. Por ello, a pesar de las acusaciones de Salinas Pliego en los Estados Unidos, a pesar de que la Suprema Corte lo obliga a pagar los impuestos que debe, el presidente de México hace mutis de la riqueza y las acusaciones de su amigo. Ahora sale el presidente con que revelará el próximo lunes que Carlos Loret de Mola tiene un departamento que debe valer 100 millones de pesos. ¿Por qué esa persecución en contra de Loret de Mola? Pues porque el periodista derrumbó la falsa honestidad de un López Obrador que durante sexenios había pasado como el ave que cruza los pantanos y no se mancha; pero manchado anda. La verdad es que a los mexicanos no nos interesa si Loret de Mola tiene departamentos y casas de más de 100 millones de pesos, a nosotros lo que nos importa es saber qué hacen los hijos del presidente, pues él es quien nos gobierna y al parecer sus hijos y sus hermanos están enriqueciéndose, valiéndose de la influencia que tienen en este gobierno.

En este país, el que decide quien es “traidor a la patria” es el presidente. “Si defender a las empresas extranjeras contra de los mexicanos, no es traición, qué me digan qué es”

López Obrador se ha arrogado el derecho de decir quien en este país es traidor y quien no. También tiene derecho para decir quien es fifí y quien no, quien es aspiracionista y quien es conformista, quien es bueno y quien es malo. Resulta lamentable escuchar al presidente de México cuando defiende a los militantes de su partido, Morena, quienes lanzaron una campaña de odio en contra de quienes los derrotaron en el recinto legislativo. Habría que recordarle al presidente que los diputados no están obligados a estar de acuerdo con él, ellos pueden disentir de sus propuestas o decisiones. Tuerce el presidente las cosas para que aparentemente la razón esté de su lado: “Está en el Código Penal (...) si defender a Iberdrola o las empresas extranjeras en contra de los mexicanos, no es traición, qué me digan qué es”. ¿Está en el Código Penal que se pueden lanzar campañas de odio en contra de quienes no piensan como el presidente? El presidente honesto, el que encubre la riqueza de sus hijos y las transas de sus hermanos declara: “Las cosas hay que llamarlas por su nombre, ya basta de hipocresía, de acuerdos en lo oscurito, en las élites, en los restaurantes de lujo y que la gente no sepa, cuando se trata del bienestar del pueblo”. Si a las cosas hay que llamarlas por su nombre, ¿a él ya deberíamos llamarlo dictador?

Reinicia taller “Libertad bajo Palabra” de la Quinta de las Rosas. Se dio lectura a los primeros capítulos de El Quijote, Cien años de Soledad, Pedro Páramo y Memorias de Adriano

Después de más de dos años de estar fuera de la Quinta de las Rosas, el taller literario “Libertad bajo Palabra” reinicia actividades de manera presencial. Para festejar, y por el gusto de regresar al bello recinto de la Quinta de las Rosas, se dio lectura a los primeros capítulos de cuatro obras fundamentales de la literatura universal: El Quijote, Cien años de Soledad, Pedro Páramo y Memorias de Adriano. Vale mencionar que en los más de 13 años del taller “Libertad bajo Palabra” se han leído completas estas y otras novelas fundamentales. Durante la pandemia el taller se estuvo dando de manera virtual, sin embargo, sabemos que este tipo de actividad cultura es tan íntima que se requiere estar cerca de quien lee y de quien escucha. La cita es a las 16:00 horas en los jardines de la Casa Grande de la Quinta de las Rosas ubicada en la calle 20 de noviembre esquina Independencia en Xalapa, Veracruz. Por supuesto, la recomendación es seguir con las medidas sanitarias, el uso de cubrebocas, gel antibacterial y sobre todo la sana distancia. Sin embargo, pese a estas medidas, siempre es un placer la reunión de personas afines, que ven en la literatura no un escape, sino un espació armonioso. El taller “Libertad bajo Palabra” es una de las muchas actividades que el DIF estatal brinda a los adultos mayores de la Quinta de las Rosas. Vale mencionar que en este recinto se llevan a cabo otro tipo de actividades como danza, ballet folclórico, yoga, gastronomía, cachibol, artes manuales y por supuesto literatura.

Armando Ortiz                       

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