El 29 de noviembre de 2018, dos días antes de que Peña dejara la Presidencia, Vitol obtuvo de la Secretaría de Energía diez permisos para la importación de hasta 35 mil millones de litros de gasolinas, diésel, aceites, crudos ligeros y turbosina. Luego, el 4 de diciembre de ese mismo año, cuando López Obrador acababa de asumir la Presidencia, se otorgó un nuevo permiso a Vitol para importar 11 millones de litros de crudos ligeros. La titular de Energía ya era Rocío Nahle.
Once meses después, el 15 de noviembre de 2019, se otorgaron a Vitol otros seis permisos para la importación de 22 mil 360 millones de litros de combustible –principalmente gasolina–, según documentos oficiales de la Dirección General de Petrolíferos de la Secretaría de Energía.
MCCI tuvo acceso a un contrato con vigencia de 2018 a 2020, en el que la compañía acordó venderle a Pemex-Etileno hasta 720 mil toneladas de etano importado para distribuirlo a los complejos petroquímicos de Cangrejera y Morelos, de Coatzacoalcos.
Con el insumo importado se cubriría el déficit que enfrentaban las plantas de Pemex, tras los compromisos establecidos desde el gobierno del ex presidente Felipe Calderón de suministrar 66 mil barriles diarios de etano a la planta Etileno XXI, propiedad de Braskem, filial de Odebrecht.
Originalmente el contrato se había asignado en mayo de 2018 a Sabic Petrochemicals, pero la compañía con sede en los Países Bajos declinó al mes siguiente. El contrato se asignó entonces a Vitol para suministrar etano por 237 millones 614 mil dólares, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2020, en los dos primeros años del gobierno de López Obrador.
Inclusive la Auditoría Superior de la Federación detectó que Vitol había vendido el etano muy caro a Pemex, ya que el precio acordado fue de 321.30 dólares la tonelada, equivalente en la fecha del contrato a 6 mil 388 pesos, mientras que Pemex Transformación Industrial estaba comercializando el mismo insumo a Etileno XXI en 2 mil 727 pesos.
NACHO MORALES: ‘UN NUEVO COMIENZO’
De los tres alcaldes priistas del distrito de Perote, el que hasta ahora parece estarle cumpliendo mejor a su pueblo es Juan Ignacio Morales Guevara, de Altotonga, quien del 29 de abril al 10 de mayo organizó la mejor feria popular de la región, con más de 30 mil asistentes y una derrama económica de 5 millones de pesos que benefició a cientos de familias que se dedican al comercio y la prestación de servicios.
Nacho, como popularmente lo llaman sus coterráneos, busca aprovechar de la mejor manera la oportunidad que los electores le dieron en las urnas en junio del año pasado, luego de que en 2017 se quedó con el bat al hombro en una apretada votación.
En junio en 2021 contendió abanderado solo por el PRI, sin coalición, y barrió a pesar de las zancadillas que de su propio partido le pusieron postulando por el PRD a otro ex militante del tricolor.
Morales Guevara es un joven impetuoso que en cuatro años quiere lograr lo que otras administraciones municipales no pudieron hacer para transformar a Altotonga, un pintoresco municipio la región central de Veracruz al que para empezar se ha propuesto convertir en Pueblo Mágico por las bellezas naturales que posee y la riqueza de su gastronomía y hospitalidad y calidez de su gente que lo distingue.
De ahí el slogan de su administración municipal: “Altotonga, un nuevo comienzo”.
¿Lo conseguirá a pesar de las limitaciones financieras que le heredaron? Ya se verá, pero al menos por ganas no quedará.
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