Los partidos de oposición, enfrascados en luchas internas por el poder
La estrategia de repartir millones de pesos entre los beneficiados de los distintos llamados programas sociales del gobierno federal, le ha dado buenos resultados a favor de MORENA, como quedó demostrado en las recientes elecciones de gobernador en seis entidades del país, de las que ganó cuatro y que con ello se consolida como el partido con mayor número de gobernados en todo el territorio nacional.
Por si a estas alturas del partido, todavía hubiera alguien que dudara de que el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene el sartén del poder por el mango, nada más hay que ver de que pese a quien le pese, en las pasadas votaciones Morena continuó con su expansión territorial por cuatro entidades más.
El reparto de miles de millones de pesos entre distintos sectores de la población, es lo que ha sido aprovechado por Morena en las urnas, en donde, aunque no se diga públicamente, se relacionan las ayudas a la figura del Presidente López Obrador, quien dicho sea de paso, sigue teniendo los más amplios niveles de aceptación por su administración.
Mientras que los dirigentes de los mal llamados Partidos de Oposición, están enfrascados en la lucha interna por mantenerse en el poder, López Obrador con los triunfos de su partido, sigue consolidando la continuidad de su Movimiento.
Que si como consecuencia de esos pobres resultados en las votaciones, deberían de ser removidos, es lo que ocupa y preocupa la agenda de los líderes de oposición tanto del PAN como del PRI, que supuestamente son los dos partidos más fuertes, pero que sus dirigentes no quieren abandonar el poder que representa la posibilidad de llegar a ser candidatos en las elecciones del 2024.
Lo cierto es que Morena ha sabido capitalizar el gasto social millonario del gobierno federal.
Este año, el Gobierno federal repartirá más de 446 mil millones de pesos a 23 millones de beneficiarios de 13 programas, con lo que prevé impactar en el 65 por ciento de los hogares del País.
Esta enorme bolsa de recursos, tiene un impacto en la gente, tal como quedó demostrado en las recientes elecciones en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, en donde Morena ganó cuatro de las seis gubernaturas.
Los inicios de los programas sociales de López Obrador se remontan a cuando fue jefe de Gobierno del Distrito Federal, con el de pensiones para adultos mayores, instaurado en 2001, que consistió en 600 pesos mensuales para personas mayores de 70 años que vivían en zonas marginadas.
Dos décadas después, ese programa se extendió a nivel nacional, a personas de 65 años y más, y ya abarca a cerca de 10 millones de beneficiarios que reciben 3 mil 850 pesos bimestrales. Así, este año el gobierno dedicará a ello 238 mil millones de pesos. Incluyendo ese programa, el gobierno tiene 13, como Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida y Becas para el Bienestar, con lo que los beneficiarios suman 23 millones de personas y 446 mil millones de pesos dedicados a ellos.
Ello está vinculado con la política electoral, en las elecciones del pasado 5 de junio en todos los estados el apoyo para Morena fue mayoritario, entre la población de 50 años y más, y de quienes reciben beneficios de los programas sociales.
Sin lugar a dudas que el programa para adultos mayores es una buena prueba de cómo López Obrador ha ganado voluntades electorales. Así, si bien es un tema de bienestar y eficiencia, el asunto electoral está muy presente.
El gobierno actual ha sido muy eficaz en la desinstitucionalización de la política social, al atribuírsela no a un derecho, que se tiene o a que se vive en un país donde hay ese tipo de apoyos, sino difundiendo la idea que es por la voluntad de una persona, por la que se recibe ese apoyo social.
Esa personalización de los recursos públicos ha sido el gran éxito de López Obrador, ya que ese gasto social también ha sido grande en gobiernos como los de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, pero sus respectivos partidos perdieron en las elecciones.
Así, el mensaje es que los recursos de los programas sociales son concedidos por López Obrador, y que si él y su partido pierden las elecciones, esos apoyos se terminarán.
Para sostener esa identificación y el amago, el gobierno ha utilizado con eficacia a los Servidores de la Nación, muchos de quienes incluso formaron parte de la estructura de Morena en las elecciones de 2018.
Eso también tiene efectos en el gobierno, porque a los funcionarios se les nombra no por ser personas expertas en las materias, sino buenos operadores políticos.
Mientras tanto, ya se vislumbra que los candidatos del PRI perderán nuevamente el año entrante en las dos elecciones que habrá para gobernador en el Estado de México y posiblemente también en Coahuila.
En ambos estados, los Morenistas captan 46 por ciento, 8 y 2 puntos arriba de la alianza opositora, según encuestas.
Morena y sus aliados lideran las preferencias rumbo a las elecciones de 2023 para gobernador en el Estado de México, y va en empate estadístico con la alianza PAN-PRI- PRD en Coahuila.
En ambos estados Morena capta 46 por ciento, 8 puntos arriba de la alianza PAN-PRI-PRD en Edomex, que obtiene 38 por ciento, y apenas 2 puntos arriba en Coahuila, donde Va por México capta 44 por ciento: un empate estadístico.
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