El gobernador de Veracruz viajó a la Ciudad de México para acompañar al presidente en el acto por la celebración del tercer aniversario de la conformación de la Guardia Nacional.
¿Por qué su sonrisota? Lógicamente porque la foto ofrece la imagen y la idea de que mantiene no solo buena relación con la señora Sheinbaum, presuntamente su candidata a la presidencia, sino también con el caballo negro para suceder a AMLO, Adán Augusto, lo que va a dar pie a que ahora se especule si es que ya encendió otra vela, una nueva, por si se le apaga la primera.
Es de sabios cambiar de opinión, dice un famoso dicho que le atribuyen al filósofo alemán Emmanuel Kant. No que Cuitláhuac ya le haya vuelto la espalda a la Jefa de Gobierno, pero lo cierto es que ya no se cuidó o ya no tuvo temor de aparecer también al lado del otro presidenciable considerado todavía más cercano al presidente que Marcelo Ebrard y que ella misma.
¿Es que acaso el presidente le dijo en la reunión que tuvieron el pasado 21 de junio: “No dejen de ver por Claudia, pero apoyen a Adán”, como publicó ayer el siempre bien informado columnista Mario Maldonado en El Universal, que ha sido “el mensaje de Palacio Nacional a los gobernadores de Morena”?
¿Es que con su propia foto, posada, quiso Cuitláhuac neutralizar la que publicó el diario Reforma donde se le ve caminando y platicando solo con Sheinbaum, para evitar más comentarios de que es su candidata?
Pero la sonrisa del gobernador de Veracruz parece reflejar también que está bien en el ánimo del presidente, firme en el cargo y que por eso se le consideró para que expusiera sus proyectos prioritarios, que si así fue entonces ojalá y sea para bien de los veracruzanos porque, ya decía yo en columna anterior que hay un dicho que dice que si le va bien al gobernador le va bien a Veracruz.
Pero amenaza Nahle con venir a cogobernar con él y hacerle sombra
Se advierte que es tanta la desesperación de la señora Rocío Nahle García por quererse posicionar ante el electorado veracruzano para ser la candidata de Morena a la gubernatura en 2024 que parece estar dispuesta a romper todas las formas políticas e incluso dañar la imagen del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Ayer se hizo circular una entrevista de la secretaria de Energía a propósito de la inauguración este viernes de la “primera etapa constructiva” de la refinería de Dos Bocas en la que no solo se ocupó del tema, sino que buscó vincular la obra con Veracruz.
Pero se fue de largo y no se aguantó las ganas de dejar de asomar su interés por gobernar el estado, aunque en lo que dijo refleja que no tiene base ni estructura propia, que no es conocida por los veracruzanos y que entonces se va a colgar del gobernador.
Adelantó que una vez que entregue la refinería tendrá más presencia en Veracruz y que estará recorriendo el estado con el gobernador “para ayudar en todo lo que se pueda”.
“Sin duda, voy a estar más cerca visitando más todo el estado. Efectivamente, he hablado con nuestro gobernador, el ingeniero Cuitláhuac García, y voy a estarlo acompañando en algunas actividades para poder ayudar en lo que yo pueda, siempre con el debido respeto. Hemos tenido un gobernador muy activo, muy trabajador, muy respetuoso, muy prudente y, bueno, pues ayudar en lo que se pueda. Yo estoy en Veracruz, soy de Veracruz (es nativa de Zacatecas) y sin duda me debo a Veracruz, y efectivamente me van a ver más seguido por allá, muy pronto”.
La que no es muy respetuosa ni muy prudente es ella, pues si hace lo que dice hará que le lluevan las críticas al gobernador de que es incapaz y que tiene que entrar a ayudarle la señora, dirán que es ella la que toma las decisiones y no él, que se confirma que ha estado gobernando a través de sus recomendados impuestos en la administración cuitlahuista y además lo expondrá a que en los actos o en las actividades en las que lo acompañe la busquen a ella y no a él, que lo haga ver como maceta y que en automático y de hecho pierda el poder apenas en su cuarto año de gobierno.
No se sabe si es cierto lo que dice que ya habló con Cuitláhuac, pero con su advertencia muestra su ignorancia de las reglas no escritas de la política, que dicen que el poder no se comparte, a menos que Cuitláhuac en efecto haya dado ya su consentimiento, lo cual sería grave para él.
Fidel, ya ex, quiso cogobernar con Duarte
La última vez que un poderoso político quiso cogobernar con el gobernador en turno fue Fidel Herrera Beltrán, quien en el primer año de gobierno de Javier Duarte de pronto se apareció a su lado para presidir los festejos de La Candelaria en Tlacotalpan, cuando ya había entregado su responsabilidad y era solo un ex. Entonces le llovieron las críticas por querer erigirse en forma pública como el poder tras el trono, pero también a Duarte a quien lo hizo ver como un pelele suyo.
Ahora la señora Nahle pretende repetir la intentona e incluso ha llegado al descaro de anunciarlo en forma pública.
Será interesante ver, si lo cumple, si los colaboradores del gobernador se le someterán también y se pondrán a sus órdenes, incluso si le entregan el control político que se supone que tienen a través de la dirigencia estatal de Morena.
Si la secretaria viene a “ayudar en lo que se pueda” al gobernador, esto es, a cogobernar, entonces sí no será ninguna sorpresa ver como el hombre fuerte de Veracruz a Eric Cisneros Burgos, poniendo y disponiendo ya sin ningún control de la administración pública estatal.
Le sacan ventaja los otros
Lo cierto también es que no solo Manuel Huerta y Sergio Gutiérrez le sacan ya una gran ventaja entre el electorado, sino incluso Ricardo Ahued, José Luis Lima Franco, Zenyazen Escobar García y Juan Javier Gómez Cazarín, quienes han estado trabajando en las bases recorriendo el estado.
La señora Nahle, indudablemente, no tiene ninguna estructura, depende y está atenida al trabajo del gobernador, y seguramente está consciente que le está ganando el tiempo, y está desesperada. |