Llegan a mi cuenta de WhatsApp cantidad de notas festejando la captura de Jorge Winckler, exfiscal de Veracruz, quien fuera depuesto, los informados lo saben, de manera ilegal del cargo que debió ostentar por nueve años. Lo aprehendieron pues se le acusa de secuestrar y torturar a un sujeto cómplice de genocidas. ¿Sabían eso? Para los colectivos de desparecidos tanto Javier Duarte, Luis Ángel Bravo y Arturo Bermúdez Zurita son genocidas. Para el padre del cantante Gibrán, levantado por la SSP de Bermúdez Zurita, llevado a las instalaciones de la academia El Lencero, está claro que Bermúdez Zurita es un genocida. A Jorge Winckler se le acusa de privación de manera ilegal de la libertad y desaparición forzada en contra del que fuera chofer de Luis Ángel Bravo; trascendió, como señala el periodista Ignacio Carvajal que «el ex jefe de peritos denunció en la FGR que fue objeto de tortura con música del cantante colombiano Maluma». A pesar de conocer la indecencia de los antecedentes, muchos periodistas festejan la captura de Jorge Winckler. Entiendo a esos periodistas que están a sueldo por parte del gobierno actual, de alguna manera se tienen que ganar el sustento; no importa que sea de la manera más vil. Pero aquellos que incluso han sufrido por causa de la brutalidad y los excesos del poder, a ellos no los entiendo. En alguna ocasión el linchamiento fue en contra del compañero periodista Carlos Jesús Rodríguez; festejaban los mismos periodistas la aprehensión y los castigos al director de Gobernantes.com; les ardía en el alma que el periodista agredido hubiera alcanzado el éxito que tenía. Entonces les pusimos un alto. ¿Quién lo recuerda? ¿Por qué tanta maledicencia? ¿Por qué festejar la prepotencia sanguinaria de un régimen que se oculta tras un velo de decencia? Señala el escritor Sergio Pitol que la maledicencia es «esa especie de ejercicio permanente de defensa con que los mediocres, los frustrados y los cerdos tratan de encubrir la mentira que es su vida, su pobreza íntima». Lamentablemente en el falso periodismo esa práctica abunda; vale señalar que el ejercicio de la maledicencia es el primer atributo en el currículum de los reclutados por este gobierno vil.

¿Quién es Gilberto Aguirre Garza, quien acusa de secuestro y tortura a Winckler? Fue exdirector de periciales, cómplice de genocidas

En 2018 la periodista Flavia Morales, corresponsal de la revista Proceso, realizó un reportaje sobre el perfil criminal de Gilberto Aguirre Garza, que es quien acusa de secuestro y tortura al abogado Jorge Winckler. La periodista en diciembre de 2018 anotaba: «El trabajo de la Dirección de Servicios Periciales fue ocultar, mentir y negar a los desaparecidos en Veracruz. Eso les queda claro a familiares de colectivos de desaparecidos, quienes cuestionan que mientras el ex director Gilberto Aguirre Garza hablaba de ética y valores en las mesas de trabajo de la Fiscalía General del Estado, a sus espaldas no solo ocultaba cuerpos, sino que envió a las fosas comunes a cientos de desaparecidos sin hacer las pruebas de identificación genética. Gilberto, maestro en ciencias penales y hoy preso en el penal de Pacho Viejo por el delito de desaparición forzada acusado de manipular y ocultar 13 cuerpos hallados en 2016, llegó al cargo el 18 de marzo del 2014, apenas dos meses después de que Luis Ángel Bravo Contreras tomara protesta como fiscal general». Es lamentable que a los veracruzanos les falle la memoria y no tengan presente la enorme cantidad de desaparecidos que hubo durante los sexenios de Fidel Herrera y de Javier Duarte. Muchos de las desapariciones fueron causadas por el crimen organizado que ya había echado raíces en el estado, otra parte fue causada por los comandos del “Capitán Tormenta”, Arturo Bermúdez Zurita, el ”Genocida”, según varios colectivos. Pues este, a quien los colectivos acusan de ser cómplice de genocidas, es el tipo al que usó el gobierno de Cuitlahuac García para tener preso a Jorge Winckler.

Ahora resulta que El Mencho, líder del CJNG, le tiene más respeto a la prensa que López Obrador

“Yo no estoy en contra de la libertad de expresión, al contrario, yo la apoyo, porque yo creo que la gente debe estar comunicada y saber qué está pasando a su alrededor”. ¿De quién cree usted que son estas palabras, del presidente de México o de Nemecio Oseguera, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación? Pues, aunque usted no lo crea, esas palabras son de “El Mencho”, quien responde al periodista Rodolfo Montes, el cual asegura está amenazado de muerte por el CJNG. “A mí no me debe nada el señor periodista Rodolfo Montes, en lo absoluto”, aseguró “El Mencho” en un video que ya circula en algunos medios de comunicación. “Al señor Rodolfo Montes le reitero que no tiene que cuidarse de mi cártel, al contrario, le reitero mi amistad”, dijo Nemecio Oseguera. Vale recordar que Rodolfo Montes acudió a la conferencia mañanera del presidente López Obrador a suplicar por ayuda, pues aseguró que el CJNG lo tenía amenazado de muerte. El presidente López Obrador lo escuchó y le aseguró: “Te vamos a proteger siempre, cuenta con nosotros”. Por supuesto, la palabra del presidente no es garantía, pues e26 de marzo de 2019 la periodista Lourdes Maldonado le dijo al presidente: “Temo por mi vida” y en enero de 2022 la asesinaron. Por cierto, llama la atención que “El Mencho” le tenga más respeto a la prensa que el mismo presidente de México, que se la pasa atacando todos los días.

Armando Ortiz                       

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