Es decir, dos serios aspirantes a la gubernatura (Zenyazen y José Luis) y Gómez Cazarín, que ha dicho públicamente que él no va a entrarle a la contienda pues apoyará a Rocío Nahle.
También asistieron varios de los 15 alcaldes de la zona que le fueron a presentar sus respetos al grupo del gobernador, así como diputados locales identificados con Cuitláhuac y por consiguiente con la señora Nahle.
“Más que escuchar el informe de la diputada, el objetivo de ‘allá arriba’ era reventar el informe que a esa hora estaba presentando el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, en el Centro de Convenciones de Minatitlán, a unas cuadras de la Unidad Deportiva” me dijo un seguidor de Sergio, pero no lo creo.
De ser ese el objetivo lo habrían llevado a cabo.
Lo que quería Cuitláhuac era mostrar el músculo y lo logró.
Si por un lado Sergio estuvo acompañado del Coordinador Parlamentario de Morena, Ignacio Mier y del presidente nacional del partido, Mario Delgado; Cuitláhuac envió a los más granado de su equipo.
Mediáticamente Sergio ganó de calle pues su informe fue replicado con amplia difusión en la prensa nacional y no se diga en la estatal. Mientras que el de la diputada Valencia apenas recibió un trato marginal en contados portales de noticias.
Pero desde el punto de vista político, Cuitláhuac hizo valer su peso porque tanto alcaldes como legisladores de Morena pasaron lista de presente en la Unidad Deportiva. La diputada Valencia también cumplió y con creces al denunciar la existencia de “oportunistas y opositores” incrustados en Morena, en clara alusión a Gutiérrez Luna.
A pesar de que ambos eventos estuvieron muy lucidores al contar con su buena cantidad de acarreados y matraqueros, mostraron lo dividido que está Morena en Veracruz, tanto que Mario Delgado trató infructuosamente de apaciguar las aguas, aunque de entrada la regó: “Morena es plural y no le pertenece a nadie”, afirmó. ¿Que no le pertenece a nadie? ¿Por qué no le pregunta a López Obrador?
Más adelante dijo: “Todos somos morenistas, no debemos dividirnos, yo creo que hay que coordinarnos mejor para que no haya eventos el mismo día y a la misma hora… no vale la pena tener peleas que no llevan a nada… se necesita un partido unido, fuerte y con mucha madurez…”.
Pero si no convenció a los reporteros, menos se convenció él. Mario se vio inseguro, titubeante y si tantito me apuras lector, hasta impotente porque sabe que está perdiendo el control de su partido.
Los dos eventos efectuados simultáneamente y en la misma ciudad avivaron el pleito entre Rocío Nahle (con Cuitláhuac García como su ariete) contra Sergio Gutiérrez.
La lucha entre ambos por alcanzar la candidatura será encarnizada y dejará muy maltrecho a Morena en la entidad.
En un año de visitas a Veracruz Sergio ha logrado afianzar una estructura envidiable en al menos 120 de los 212 municipios, pero enfrente cuenta con una rival que tiene todo el apoyo del gobernador y del presidente de la República… hasta ahora.
Si Nahle es la candidata y gana la gubernatura, a Sergio le bastará con no pararse por Veracruz en seis años para aplacar la ira de la zacatecana, que ha dicho en más de una ocasión a sus cercanos que “se la va a partir”.
Pero si el ganador es Sergio, aguas. El minatitleco ha declarado que es partidario del diálogo, pero que no olvida los agravios.
Ante el inminente choque de trenes, sólo hay que pedirle a Dios que esto no termine en un pleito como el de Fidel Herrera y Yunes Linares, pleito que ha costado millones de pesos al erario y la violencia que estamos padeciendo los veracruzanos.
bernardogup@hotmail.com
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