La realidad es que aun cuando la munícipe cumplió su palabra de no renovarla, la empresa operadora, de manera ilegal continúa cobrando a sus anchas por dicha prestación que el estado ya no le renovó.
Y es que tuvo que ser el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local, Juan Javier Gómez Cazarín quien en un vídeo en sus redes sociales expuso la arbitrariedad, que con la complacencia de la autoridad municipal se sigue cobrando.
Gómez Cazarín recordó que fue en el año 2007 cuando la LX Legislatura, autorizó al ayuntamiento de Veracruz, gobernado en ese entonces por el hoy senador Julen Rementería del Puerto (quien ya iba de salida), el otorgar la concesión a la empresa Zeus Monitoreo Vial SA de CV para instalar, operar, mantener y administrar la explotación de instrumentos medidores de tiempo para estacionamientos electrónicos en la vía pública (parquímetros), de acuerdo a Gaceta Legislativa 28 miércoles 13 de junio de 2007.
Pero eso ya expiró, sin que al momento se sepa a dónde fueron a parar los millones de pesos cobrados por la empresa y que según serían destinados para rescatar del abandono el centro de la ciudad, que hoy se cae a pedazos.
Hay que recordar que cuándo se creó el fideicomiso de administración e inversión, se estableció en el proyecto de convenio, que el 32% de ese importe sería aprovechado para rescate y beneficio del centro histórico, recurso que, a todas luces, ninguna administración municipal empleó.
Ahora vendrá la tronadura de dedos porque el Congreso Estatal se va a ir con todo en la explicación de en qué y para que se utilizó un recurso que pensaron era negocio redondo.
Quienes no han entendido que los tiempos ya no son los mismos, se van a topar con pared, pues llegó la hora de que la 4T entregue resultados acordes a sus idearios, y uno de esos decía que en cuanto al no robar y a la corrupción se irían a fondo, o al menos, sino es así pregúntenle a la propia titular del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), Delia Cobos, si el tema no es real, que en una de estas, ya la andan renunciando por andar prestándose a jugarle a la Tía Lola con las cuentas públicas.
Por lo pronto, los responsables de haber manejado los recursos del fideicomiso operador de los parquímetros que fueron entregados al Ayuntamiento, pongan sus barbas a remojar porque van por ellos, y es que solo saque cuentas, la misma alcaldesa Patricia Lobeira reconoció hace meses que anualmente se contabilizaban 16 millones de pesos por concepto de parquímetros, de los cuales el 32% van al Ayuntamiento.
Es decir que a lo largo de los últimos 15 años se generaron 240 millones de pesos de los cuales 76.8 millones eran para el rescate del centro histórico, y por ningún lado se ve ese recurso.
¡Ay nanita! El vómito negro va poner medio tenso a más de tres, y sino ya lo verán.
Al tiempo.
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