COMO suele suceder en todas las organizaciones políticas, al interior de Morena, el partido político en el poder, también hay inequívocas señales de una profunda crisis política que pondrán en serios problemas a los proyectos políticos del presidente y de todos aquellos que son, de alguna manera, seguidores de este movimiento político nacional.

Morena, es un partido constituido por militantes que antes fueron de otros partidos políticos, principalmente del partido revolucionario institucional. No son iguales, diría el mandatario nacional, pero sus raíces son profundamente priistas y por lo tanto, no hay una plena identificación entre ellos mismos, como hay que reconocer que sucede en el PAN, aunque también este partido ya se ha visto contaminado en los últimos tiempos.

Lo que se quiere significar es que Morena, no es un partido definitivamente cohesionado por una sola corriente política o un ideal propio. López Obrador, ha querido innovar algunos procedimientos, pero siguen siendo, sin duda alguna, parte de lo que ya vivió dentro del partido tricolor. Diríamos que Morena tiene su propio génesis en raíces priistas, de las cuales no se puede apartar, por más que quiera, hasta en tanto no se vayan formando nuevas generaciones de políticos que lleven en sí mismos, un ideal propio de esta reciente organización política.

Pero dejando esto un poco atrás y volviendo al presente, que es donde más interesa saber lo que está pasando al interior de Morena, la verdad de las cosas, es qué dentro de este partido, ya se están moviendo otros intereses políticos y consecuentemente, se pronostican fracturas que lo debilitarán bastante en el inmediato futuro. Estamos hablando, desde luego, del dos mil veinticuatro.

Ahí está, por ejemplo, el mismo proceder de Ricardo Monreal Ávila, quien se ha mostrado rebelde ante la posibilidad de que no sea candidato de su partido, mientras desde la propia secretaría de gobernación, se permite a una gobernadora, como es el caso de Layda Sansores, en Campeche, que se dedique a descalificar al propio Monreal, no sin antes haber pasado por un episodio de ataques al propio líder nacional del PRI. Todo esto es un síntoma de que las cosas al interior de Morena, no están del todo bien y que más habrá de conocerse conforme se vaya acercando la fecha de la gran decisión presidencial.

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CUITLÁHUAC, EN SERIOS APRIETOS.

IMAGÍNESE, AMIGO LECTOR, que Ricardo Monreal Ávila, deje Morena, y acepte una candidatura de Movimiento Ciudadano, o de la propia coalición política del PAN, PRI y PRD, y qué por aquello de las dudas, llegara a ganar la presidencia de la república, el primero que sería puesto en el banquillo de los acusados, sería nada más y nada menos que el propio Gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez.

Pero no hay que ir demasiado lejos, si fuera cualquier otro candidato, incluyendo el de Morena, que llegara a triunfar en las elecciones presidenciales, ya tendría los ojos puestos en Veracruz, porque de alguna manera, el nuevo presidente, tendrá que congraciarse con los mexicanos, y especialmente con los veracruzanos, que ya no sienten ninguna vinculación con el Gobernador de Veracruz, más cuando saben que su permanencia en el poder, se debe, indudablemente, a la protección presidencial. Otro presidente, por ejemplo, ya hubiera hecho caso a los veracruzanos, retirándolo de la gubernatura y llevándoselo a la federación para dejar qué en la entidad, se recompusiera el ambiente político en favor de Morena.

Pero otro escenario sería que ganara en Veracruz, otro candidato que no fuera de Morena, entonces también, el Gobernador, estaría en serios aprietos, porque ya no estaría López Obrador, para defenderlo. Se le investigaría, principalmente, sobre el destino de los recursos económicos que Veracruz, ha recibido durante estos cuatro años y los que faltan. El propio futuro Gobernador, que también fuera de Morena, no estaría dispuesto a cargar con el paquete de encubrir al ahora responsable del poder ejecutivo estatal.

¿Alguien, en estas condiciones, quisiera estar en los zapatos de Cuitláhuac García Jiménez?

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AMPLIA COMUNICACIÓN ENTRE CIUDADANOS Y MUNICIPIO DE XALAPA.

LAS AUTORIDADES MUNICIPALES del Ayuntamiento de Xalapa, informan que ya se cuenta con seis líneas telefónicas para recibir los reportes en fallas de alumbrado público. Se pretende que los ciudadanos de esta ciudad capital, tengan especial acceso a los servicios, como en este caso, con las fallas que se puedan encontrar en cuestión de luminarias que no funcionen y que representen falta de luz en las calles.

De esta manera y con el fin de brindar mayor atención a la ciudadanía, es como se ha dispuesto de la creación de estas líneas telefónicas y Whatsapp, para que se pueda tener mejor comunicación entre ciudadanos y autoridades, principalmente las encargadas del alumbrado público. Lo anterior fue citado por el director de alumbrado público, Juan Carlos Alemán Chávez.

Este sistema se habilitó con los siguientes números telefónicos 2282 900 820 al 825.

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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.