Un mandatario que insulta a sus gobernados, quienes han declarado su intención de marchar a favor de una institución ciudadana, no merece ser gobierno. Es por ello que no se esperaba una reacción positiva del presidente López Obrador, quien dijo que la marcha a favor del INE que llenó todo el Paseo de la Reforma de ciudadanos, fue un “striptease” político del conservadurismo; así del vil la respuesta del presidente de los mexicanos, quien de unas semanas para acá no logra controlar sus vísceras. Un sujeto que hizo de las marchas y los plantones una estrategia política, no puede permitir que otros se manifiesten de la misma manera; un sujeto que logró llegar al poder con marchas y plantones no puede concebir que otros quieran utilizar las mismas estrategias que los llevaron a Palacio Nacional. Es por ello que, en la mañanera de este lunes, destilando hiel, el presidente López Obrador declaró: «Ojalá y le sigan que se propongan llevar el zócalo, las luchas aun cuando se traten de mezquindades requieren de perseverancia, de no cansarse, ni es una marcha y hasta el año que viene, no organicen otra, y al zócalo». Lo que no quiere entender el presidente es que no sólo se trata de los conservadores, mucha gente que votó por él, quizá la mayoría, ya se hartó de sus bravatas y de la complacencia a la corrupción que hay en su gobierno. Ya se hartaron de las obras faraónicas que al final son inútiles, ya se cansaron de que estén entregando los estados al narco y por ello le van a tomar la palabra y se seguirán manifestando.
Ricardo Monreal no se la pondrá fácil a López Obrador con su reforma electoral. "Escuchando y consensando, no imponiendo"
Lo que López Obrador quisiera es que su reforma electoral se aprobara ipso facto como él la manda, sin que se tenga que modificar ni un punto, ni una coma. Sin embargo, primero se tiene que aprobar en la Cámara de Diputados, en donde hasta el momento no hay consenso suficiente para su aprobación. Si acaso se aprobara la reforma electoral en la Cámara de Diputados, todavía tendría que pasar por el filtro del Senado y ese es el terreno en donde juega el senador Ricardo Monreal quien, ante tanto agravio por parte de los morenos, no está dispuesto a entregar en “charola de plata” la reforma a López Obrador. Señala el líder de la Junta de Coordinación Política: “El Senado hará un estudio minucioso, serio, un estudio y una revisión puntual de lo que en la Cámara de Diputados, como Cámara de origen, se apruebe”. Advirtió el senador Monreal que en el senado piensan que “hacer las cosas bien es escuchar, escuchando y consensando, no imponiendo, y no incursionando en regresiones o conquistas ciudadanas, lo que sea para el bien del país, de la transparencia y la democracia es los que haremos”. Peo López Obrador quiere todo lo contrario, que los diputados y senadores, sin escuchar ni consensar, aprueben sus reformas, para tener el control del Instituto Nacional Electoral.
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El día que Adán Augusto dijo que los diputados iban a desaparecer al INE. Ahora dicen que piensan fortalecerlo
Dice López Obrador que con su reforma electoral no es su intención desaparecer al INE. Sin embargo, no se olvida ese día en que el arbitrario secretario de Gobernación, Adán Augusto López dijo “si me corre el INE no importa porque ya lo van a desaparecer los diputados”. En esos días de julio Adán Augusto andaba cometiendo actos que podrían ser sancionados por el Instituto Nacional Electoral, andaba en actos anticipados de campaña en Aguascalientes, después se pasó a otros estados. Dicen algunos analistas, paleros de la 4T, que el presidente López Obrador no tiene intenciones de desaparecer al INE. Sin embargo, el secretario de Gobernación, así como el presidente López Obrador, saben que su verdadera intención es disminuir al INE, acotarlo y restarle autoridad para hacer de este instituto un apéndice del gobierno. Meses después, Adán Augusto López, sin recordar ese día en que habló de desaparecer al INE, comentó: “Lo que sí puedo decirles es que contrario a lo que muchos andan diciendo, la iniciativa (de reforma electoral del presidente López Obrador) no busca ni la desaparición del INE ni suprimir el Registro Federal Electoral, ni está buscando que sea el gobierno el que mantenga el padrón electoral, no hay nada más alejado de la realidad”. El doble discurso es lo que caracteriza al gobierno de la Cuarta Transformación.
Armando Ortiz
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