AHORA, más que nunca, México, se encuentra sumamente polarizado, lo que podría, en poco tiempo, generar desencuentros ciudadanos, con pésimas consecuencias para la tranquilidad y la paz social.
Dicen los analistas políticos que el país, se encuentra en plena ebullición política y que esta situación es peligrosa, porque se nota, en gran parte de la sociedad, una especie de fanatismo, alimentado desde las mañaneras, donde el presidente, arenga todos los días a sus seguidores y los invita a manifestar su repudio a quienes considera sus permanentes adversarios.
Esta situación se revalora, cuando todo mundo piensa en las próximas elecciones del dos mil veinticuatro, donde el gobierno, pareciera estar preparando una jornada especial para impedir que la oposición llegue a triunfar, como se supone que podría suceder, tomando en cuenta las condiciones políticas que hasta este momento se conocen.
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El presidente, ha recibido el repudio a su gobierno, a su forma de hacer las cosas, sobre todo, a su constante manifestación de venganza política en contra de todos los actores políticos que siguen siendo sus oponentes y de la misma sociedad, a la cual, también ha tratado, por todos los medios, de minimizar y en algunos casos, de enfrentar y descalificar.
Ante este panorama, los mismos ciudadanos, temen que las próximas elecciones presidenciales, se conviertan en hechos violentos por los posibles enfrentamientos que pudiera generar el fanatismo, pero también los propios grupos políticos que ya estarían preparándose para evitar que la oposición logre avanzar en los comicios presidenciales.
Este, podría ser el escenario a esperarse en todo el territorio nacional, no tan solo por lo que se expresa desde la tribuna presidencial, sino con las acciones que se están aterrizando para evitar que los mismos electores salgan a depositar su voto, como una estrategia política ideada desde cumbre del poder, ante la real y verdadera situación política que se vive.
Los actos de ayer, se precisan, más que nada, como una verdadera provocación del gobierno, en contra, sin duda, de la misma sociedad, del mismo pueblo al que se dicen defender.
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POSIBILIDAD DE OTRAS MARCHAS POLÍTICAS.
AHORA QUE ESTE tipo de concentraciones políticas se usa para demostrar el poder que se tiene, cabe la posibilidad de que, en poco tiempo, también los propios morenistas intenten seguir organizando estos eventos con cada uno de los precandidatos a la presidencia de la república. Será entre ellos, dentro de la lucha interna, para regocijo del mismo presidente, a quien le gustaría ver a todos ellos en el ring callejero, tratando de calificarse uno a uno, como el mejor para ser el candidato presidencial, aunque sepan que el mismo López Obrador, ya tenga una decisión tomada de antemano-
De esta manera, no se descarta que, en poco tiempo, Claudia Sheinbaum, encabece movimientos de esta naturaleza, seguida de Marcelo Ebrard, del mismo secretario de gobernación Adán Augusto López Hernández, y hasta del posible abanderado de la oposición, Ricardo Monreal Ávila, si logra convencer a los partidos de la coalición que en verdad se encuentra fuera de morena y de la propia sombre del mismo ejecutivo federal.
Y es que las marchas, podrían convertirse en otro elemento más del convencimiento político, después de lo que digan las famosas encuestas, qué al parecer, ya no tienen la misma confianza popular.
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MUCHO DINERO A LA BASURA.
GRAN PARTE DE LOS RECURSOS utilizados para llevar a la militancia morenista a la ciudad de México, se tuvieron que sacar de las mismas arcas estatales, donde los gobernadores afiliados a esta organización política, fueron obligados por la federación a contribuir para esta causa.
En Veracruz, por ejemplo, todos los millones gastados, que algunos han querido cuantificar, pero qué en realidad, les han sido imposible, pudieron servir para ser aplicados en la reconstrucción del boulevard Xalapa-Coatepec, que sigue generando innumerables accidentes con pérdidas de vidas, lesionados y cuantiosos daños materiales, o bien, aplicados a programas educativos, necesarios en toda la entidad.
Pero no, se ha preferido echar este dinero a la basura, para solamente satisfacer el ego presidencial, recursos que son de todos los veracruzanos, y no de militantes de morena.
¿Cuánto dinero de impuestos, se fue en los caprichos de ayer?, nadie lo sabe, aunque, nadie pierde la esperanza qué en algún momento, alguien rebele la cifra invertida en esta marcha.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede. |