Para las ansias que suelen mostrar los políticos en este país, estar a menos de un año de que se definan las candidaturas rumbo a las elecciones del 2024 significa estar ya en “la recta final” y obliga a presionar a los actores políticos más relevantes para que de una vez muestren sus cartas y que se vayan preparando las porras más adecuadas para su destape.
No es gratuito que el alcalde de Xalapa haya tenido que salir a pedirles a los acelerados, que calmen sus ansias, pues él está concentrado en arreglar el tiradero que dejó Hipólito Rodríguez en la capital veracruzana.
“No son tiempos de candidatearse, porque esa es la demanda de la sociedad (…) son comentarios que surgen y causan extrañeza por su variedad, se trata también de una distinción, pero que no va al caso”.
La postura de Ricardo Ahued es congruente con la prudencia que él ha mostrado en situaciones similares. Ahora tiene que cuidar más las formas y los tiempos, pues tiene claro que -al menos en el partido que lo llevó al Senado y a su segundo período como alcalde, Morena- él no aparece a la cabeza de los que más posibilidades tienen de ser ungidos con la candidatura al gobierno estatal.
A estas alturas, en estos momentos políticos, la zacatecana Rocío Nahle sigue como la carta más fuerte de Morena para Veracruz. En fechas recientes (justo después del “resbalón” del presidente que dijo que la secretaria de Energía estaba muy ocupada en su tarea de echar a andar Dos Bocas) se han filtrado versiones (que pudieron ser filtradas por la misma zacatecana) en el sentido de que el propio López Obrador ya le habría confirmado que sería ella la que competiría por Veracruz y que le habría sugerido “mantener un bajo perfil” para evitar un golpeteo que dañara su imagen.
En realidad, si el presidente anticipa un golpeteo a su “corcholata” para Veracruz, estará considerando que éste se dé en los medios de la entidad. Los medios nacionales, esos a los que el presidente tacha de “aliados de los conservadores”, hacen sus cálculos y consideran que mandar a Rocío Nahle a Veracruz es un mal menor, pues “jode a los jarochos, pero deja en paz al resto del país”.
Contrario a lo que algunos poco preparados argumentan, ni Rocío Nahle, ni Ricardo Ahued (ambos nacidos fuera de territorio veracruzano y con padres que tampoco son de esta entidad) tendrían problemas para registrar sus candidaturas, toda vez que -como ya se ha repetido hasta el cansancio en este mismo espacio- nuestra Carta Magna en su artículo 116, los faculta, sin importar lo que diga la Constitución local.
Por la oposición, la figura que más destaca -pues no ha dejado de recorrer el estado y en cada lugar al que llega es recibido con mucho ánimo- es el diputado federal José Yunes Zorrilla, quien el pasado viernes acompañó a los que integran la agrupación política “Vía Veracruzana”, en su reunión anual, realizada en un hotel de Xalapa, por la salida a Veracruz.
Pepe Yunes ha admitido que está interesado en buscar una vez más la gubernatura de Veracruz, aunque condiciona su participación a que su partido, el PRI, lo respalde, y a que los partidos que se integren en una amplia alianza opositora se sumen.
Un importante sector político en Veracruz ve con buenos ojos la participación de Pepe Yunes en el 2024, pues además de anular la principal bandera de Morena (el “combate a la corrupción”, cuando han demostrado que ellos son peores) agrega un factor del que se ha carecido los últimos cuatro años: eficacia. La honradez, la preparación y la experiencia del diputado federal por Coatepec, son atributos que nadie puede poner en duda.
Hay, por supuesto, otros actores políticos en la oposición y no se discute su relevancia, pero en el ánimo de sumar voluntades y esfuerzos hacia un solo objetivo, Pepe Yunes podría hacer coincidir a los más diversos grupos.
Será momento de poner los egos a un lado y pensar en el bien de Veracruz.
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Epílogo.
La obra pública en el primer año de la administración municipal de Ricardo Ahued es abrumadora y exhibe la abulia que caracterizó a su antecesor Hipólito Rodríguez, quien ya está viendo cómo se le acerca el fuego y ha puesto a trabajar a sus abogados para que, mediante el recurso de amparos, frenen las auditorías que ha ordenado Ahued. *** Hipólito Rodríguez sabe que no tendrían que escarbar mucho para encontrar una larga lista de irregularidades, cualquiera de las cuales le podría significar la cárcel. Que no se le olvide que su jefe político, el presidente López Obrador, consiguió que la corrupción se considerara delito grave. *** Y la realidad vuelve a exhibir el absurdo discurso del gobierno estatal. Este domingo fue encontrado el cuerpo sin vida de un hombre, a un costado de la carretera Coatzacoalcos-Minatitlán, en la zona conocida como “Las Matas”. El cuerpo tenía visibles huellas de violencia.
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