En comparación con la capital del Estado, Xalapa, la ciudad que por dimensiones geográficas y tamaño poblacional es considerada la más importante del estado se muere en medio de edificios derruidos y una imagen urbana que aparenta más ser un pueblo fantasma que otra cosa.
Lo lamentable de ello, es que el cobro de los parquímetros en el primer cuadro continúa funcionando sin pudor y sin vergüenza, cuando se suponía que el recurso sería destinado para su rescate.
De la colocación de noche buenas en lo alto de los árboles y una serie de luces en lo que aparenta ser un arco frente al Hotel Diligencias es todo lo que recuerda en el centro de Veracruz ser temporada decembrina.
Las ramas que en antaño caminaban sus calles, recorriendo los diversos comercios, han literalmente desaparecido, convirtiendo la antigua tradición en parte de la historia.
¿Dónde están? Los cerca de 180 millones de pesos presuntamente recaudados desde el arranque de operación de los parquímetros en la ciudad, que acciones y obras se han ejecutado para su rescate, que sanciones habrá en contra de los simuladores de la estafa.
Hasta cuándo y hasta donde se continuará sin presionar a las autoridades municipales que pretenden hacer creer el desarrollo de una ciudad con la simple realización de una que otra obra pública en colonias de la ciudad, mientras el centro de la ciudad se derruye a pedazos.
La alcaldesa de Veracruz, Patricia Lobeira mientras tanto promueve ser la alcaldesa mejor ubicada del país cuando ni su palacio municipal, ni su edificio contiguo “El Trigueros” lucen una manita de gato.
Balcones destrozados, balastrado derruido, pintura en pésimas condiciones son la constante del abandono porteño, aún con ello, las presunciones de pretender concursar por la candidatura a la gubernatura deambulan por la mente de estos pseudo políticos.
Pobre Veracruz tan lejos de Dios y tan cercanos a la ineptitud.
Por el bien de la ciudad, urge la creación de un Consejo de Rescate del Centro Histórico conformado por las Cámaras Empresariales y con capacidad de acción y con autonomía para sancionar a quienes impiden a toda costa su mejoría.
Si el centro de Veracruz se muere, la ciudad morirá con ello, la evidencia histórica que se pierde es sinceramente lamentable ante la indiferencia de la ciudadanía, que nada hace por solicitar su rescate.
Al tiempo.
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