QUIZÁ, una de las grandes preocupaciones que ha venido soportando el pueblo mexicano, sea, sin duda, el creciente índice de inseguridad, con la cual nadie puede vivir con tranquilidad. Este derecho a tener paz, estabilidad social y la plena garantía de saber que está protegido, no se ha dado, lamentablemente y de muchas maneras inquieta permanentemente a toda la sociedad.

Por eso y muchas cosas más, al pueblo, le urge tener una posibilidad, siquiera, de que las cosas cambien, porque sin paz y sin estabilidad política, económica y social, nadie podrá avanzar. Al gobierno le corresponde el cumplimiento de estos compromisos y ojalá que busque paliar esta situación, en lugar de favorecerla. Deben terminar las acusaciones y descalificaciones para tomar un nuevo sendero. En esto coinciden casi todos los mexicanos, incluyendo aquellos qué por diversas razones, siempre están defendiendo las acciones de la presente administración y de quien la encabeza, sin darse cuenta que en poco tiempo o más, cualquier circunstancia que se presente, en este sentido, afecta a todos por igual, independientemente, de las siglas a las cuales, ideológicamente, se pertenezca.

Con los nuevos procesos político electorales que vienen, parece que también se presentará lo bueno, es decir, una oportunidad más de que se comience por rectificar el camino y se busque, mediante el voto popular, establecer un nuevo rumbo que sirva para lograr lo que verdaderamente quieren los mexicanos, en general. Ese deseo que se muestra al inicio de un nuevo año, podría ser, precisamente, lo que hemos venido comentando acerca de la disminución de la inseguridad y de otros problemas que, igualmente, afectan la vida normal de todos los ciudadanos.

Que venga lo bueno, lo mejor, con mejores disposiciones del gobierno y de la sociedad, para hacer que este país, no siga desbordándose por malas decisiones y por caprichos personales que lastiman profundamente a todo el pueblo mexicano. Qué venga lo bueno y en un nuevo año, que apenas se inicia, se pueda lograr el deseo más grande de todos, es decir, que tengamos paz y tranquilidad, porque de ahí todo será más fácil para superar los obstáculos que impiden el desarrollo personal y colectivo.

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SEGUIMOS SIENDO VOZ DE LA SOCIEDAD.

AL INICIARSE ESTE nuevo ciclo, de un nuevo año para todos, no queremos comenzar con nuestros temas que normalmente se refieren a la vida política del país y del Estado. Por esta ocasión, solo nos permitimos ofrecer nuestro permanente compromiso de seguir siendo el enlace de la vida pública, con la sociedad, mediante nuestros análisis, que no son los únicos ni los verdaderos, pero que contribuyen, sin duda, a que todos busquemos entender, de la mejor manera, los problemas que nos afectan y la forma de poder resolverlos. Criticar, por criticar, nunca ha sido nuestra misión y después de tantos años ejerciendo esta labor—cincuenta años para ser exactos—nos permite darnos cuenta de la enorme responsabilidad que tenemos, no tan solo quien esto escribe, sino todos aquellos que utilizan los medios para comunicar.

Por todo esto, hoy nos permitimos reiterar nuestro compromiso de seguir siendo voz de la sociedad, a través de los medios de comunicación en los cuales publicamos esta columna, a quienes agradecemos, como siempre, la oportunidad de ser parte del esfuerzo de cada uno de los directivos de cada portal o de los periódicos en los cuales hemos participado.

Un nuevo año, es un nuevo ciclo de trabajo que pretendemos continuar con la misma fortaleza que nos da la confianza de la sociedad. Vienen cosas nuevas, buenas en su totalidad, por lo que, primero, tendremos que estar preparados para enfrentar este nuevo reto.

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LOS QUE SE FUERON.

ESTE AÑO QUE recientemente culminó, nos dejó muchos sinsabores y malas experiencias, pero sin duda, también nos dio la oportunidad de reflexionar sobre lo que somos y la misión que tenemos en esta vida.

En este sentido, no podemos dejar pasar el reconocimiento a muchos amigos qué en el año pasado, se nos fueron, pero que dejaron huella importante por su paso en este mundo de los vivos, sobre todo, la relación de amistad que nos permitieron tener con todos ellos. Muchos familiares, también dejaron de existir, y figuras públicas que también se nos adelantaron, todos ellos, seres humanos qué de alguna manera, aportaron su granito de arena para la convivencia familiar, para el buen entendimiento entre quienes habitamos esta tierra.

Sin embargo, el mundo sigue su paso y de aquí en adelante, nuestro deseo de que las cosas salgan mejor, porque siempre, se necesita del impulso de las cosas positivas.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.