La pandemia, trajo consigo el desarrollo de algunos segmentos de servicios profesionales, entre ellos las aplicaciones que te proveen de productos y servicios a domicilio.
Empresas como Didi Food, Uber Eats y Rappi, fueron los más beneficiados a nivel nacional, sin embargo en lo local, surgieron un montón de pequeñas empresas con flotillas de motocicletas y que son actualmente, el intermediario entre la empresa y el consumidor final, estas empresas aliviaron en mucho la economía de muchas empresas, que seguramente hubieran quebrado, si no hubiera surgido, el servicio a domicilio.
Bueno pues aquí en la aldea, nos hicimos con la costumbre de pedir comida a domicilio, medicamentos, abarrotes y un montón de productos, que llegan directamente a nuestras manos, sin lo engorroso de salir al tráfico enloquecido, de una ciudad como Xalapa de los Topes y de Ahued, Veracruz.
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Hasta hace poco, todo muy bonito con estos servicios, hasta ahora que ya nos tocó a todos, salir a trabajar y con lo arraigado de la costumbre de pedir a domicilio, pues ahora pedimos el desayuno a la oficina, el medicamento al domicilio y vaya usted a saber que mas, pero lo terrible llega, cuando al manejar nuestro vehículo por la calle, ya no solo tenemos que evitar los baches, ahora aparecen a nuestro al rededor cuatro o hasta cinco motocicletas, guiadas por choferes temerarios, que nos hacen olvidar el tráfico y los baches, debido a la emoción de guiar el auto, evitando llevarnos entre las llantas, a alguno de estos intrépidos motociclistas.
Yo me pregunto, será que algún día, la dirección de Tránsito del Estado, que dirige vaya usted a saber quien dirige, hará lo propio y regulará este giro que está en pleno auge justo ahora, o es que hasta hoy, no se han percatado del grave problema, que ha representado para los automovilistas, el crecimiento indiscriminado del padrón de motociclistas, que justo no observan reglamentos, ni saben manejar de acuerdo al manual ¿Existe un manual o reglamento?
Vaya porque aun estamos esperando el reglamento de las empresas de grúas ¿No?
Sospecho que sería muy bueno observar esto, y no solo subir el costo de la renovación de las licencias, que justo este año, me pesó hasta el alma pagar.
Cosas de la vida y menudencias
Ayer 14 de febrero, el diputado Juan Javier Gómez Cazarín, salió a correr por el bulevar del puerto de Veracruz y una banda de féminas, ataviadas con indumentarias del día del amor y la amistad, cayeron rendidas a sus pies, bueno al menos eso es lo que él cuenta.
Lo cierto es que lo reconocieron, le pidieron fotos y apapachos y el de Hueyapan, encantado tomándose selfies con las muchachas.
Y luego porque se andan peleando por él ¡Ah que muchachito!
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