Que trabajara para sí el manejo político de los 212 municipios; que tuviera bajo control exclusivo a la Fiscalía General del Estado y que el ala dura de la Secretaría de Seguridad Pública solo respondiera a su mando.
Menos aun que sus ambiciones personales llevaran al llamado “Bola #8”, a anotarse en la lista de aspirantes a la gubernatura 2024-2030, partiendo de la base que a Roció Nahle, su madrina y protectora -quien lo recomendó para ocupar tan relevante posición- no le daba por el tema de Dos Bocas.
Sin embargo, sucedió.
Los escarceos de la ruptura.
Primero fue la tosquedad del oscuro funcionario en el manejo de la política interior; luego los pactos en lo oscurito con el crimen organizado; más tarde los negocios y extorsiones a los alcaldes morenos.
Luego un extraño proceso de secesión municipal al marcar territorios propios en la Cuenca del Papaloapan, Isla y el corredor Coatepec-Xico; para finalmente gestar un mini gobierno ajeno al de Cuitláhuac.
Todavía el pasado sábado el Bola #8 le dio a Cuitláhuac una muestra más de emancipación al patrocinar desmesurado acarreo al Zócalo en donde se gritaron consignas en su favor para la candidatura y próxima gubernatura.
Ante tal descaro, el gobernador Cuitláhuac García se separó de ese grupo y prefirió marchar y manifestarse con la gente enviada por el primo incómodo Eleazar Guerrero, encabezadas por la dueña del dinero del Tribunal Superior de Justicia, Johana Marlén Bautista.
Simultaneo a las repetidas divisiones y acciones independentistas del Bola #8, hace unos días se filtró un audio que muestra como desde la secretaría de Seguridad Pública se prepara una estructura electoral ilegal para el 2024.
Y semanas atrás la opinión pública veracruzana conoció otro hecho censurable, la red de favores sexuales en la misma dependencia.
Ahí también se notó la mano negra.
Lo de las empresas fantasma es otro tema, acaso momentáneamente olvidado, pero que pegó en la línea de flotación del equipo cercano del Cui al poner en evidencia los negocios de la Secretaría de Finanzas.
¿Qué le sabe el Bola #8 al gobernador?
Aunque no han sido pocas las oportunidades que ha tenido el ejecutivo veracruzano para remover a su segundo, se ha mantenido quieto. No quiere mover las aguas.
Sabe de lo que es capaz este rubicundo funcionario que tiene como sustentar los desvíos de dinero a cuentas personales de la familia de Cuitláhuac, al igual que presuntas transferencias financieras al extranjero realizadas por Eleazar Guerrero, que finalmente forman parte de los ahorros del primo.
Sabe y tiene grabadas además las francachelas y orgias que se suceden los fines de semana en Casa Veracruz.
Asimismo bajo su poder se encuentran llamadas telefónicas grabadas que dan cuenta de acuerdos comprometedores con Claudia Sheimbaun, Rocío Nahle y equiperos, mismos que incluyen presuntamente aportaciones en efectivo.
Son muchas las versiones que ya mismo corren en Palacio de Gobierno y Casa Veracruz.
Son muchas las infidencias deslizadas por gente del Bola #8.
Y ese expediente bajo siete llaves que tiene, mismo que ha ido integrando en el día a día para cambiarlo por una candidatura; sabe que Nahle no llegará; que la tiene que disputar con Sergio Gutiérrez Luna, a quien ha calificado de “mequetrefe” y que si la pierde lo menos que podría aceptar a cambio de su silencio. sería un escaño en el Senado de la República.
Son tiempos y acuerdos de mafiosos.
Tiempo al tiempo.
*El autor es Premio Nacional de Periodismo |