“Reconozco el carácter democrático de los mexiquenses. Reconozco a la ciudadanía por su participación. Reconozco a los ciudadanos que fueron funcionarios de casilla, que hicieron posible esta jornada electoral pacífica y ordenada. Reconozco a las autoridades electorales por su desempeño constitucional. Felicito al pueblo mexiquense que ha expresado su voluntad, con toda claridad, en las urnas. Saludo a la maestra Delfina Gómez Álvarez, quien será la próxima gobernadora del Estado de México”, dijo, en una acción de madurez política, aceptando que la voluntad popular no le había favorecido.
Lo mismo hizo el gobernador priista de esa entidad, Alfredo del Mazo Maza al aceptar en sus redes sociales el triunfo de la morenista: “Hoy los mexiquenses en un ejercicio de participación democrática, en absoluto respeto y libertad, eligieron a quien dirigirá el rumbo de nuestro estado durante los próximos seis años. Reconocemos a la Maestra Delfina Gómez Álvarez por su triunfo en esta elección y le deseamos el mayor de los éxitos por el bien del Estado de México”.
Lo que ha quedado claro en esta jornada comicial es que el PRI y sus aliados de la derecha mexicana están siendo relegados, para ocupar el lugar que les corresponde en el basurero de la historia. Hoy, el pueblo mexicano quiere gobernantes cercanos, que le cumplan a la gente, que los atiendan y les den el lugar que se merecen.
La maestra Delfina Gómez Álvarez se viene a sumar a las y los 22 mandatarios que gobiernan nuestro país. La ola guinda se fortalece, desde Baja California Norte y Sur, Campeche, Chiapas, Ciudad de México, Colima, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
Ahora corresponde seguir trabajando, seguir consolidando la transformación en todos los rincones del país, esa transformación que tiene como ruta, principio y fin a nuestro pueblo, a nuestra gente, a los olvidados de siempre, a los utilizados como carne de cañón, como botín político para fines electoreros. MORENA ha venido a revertir esta práctica tan común en los partidos del viejo régimen y por ello la gente responde a la confianza de esta fuerza transformadora.
Hoy por hoy, los mexicanos estamos siendo testigos de los funerales del Partido Revolucionario Institucional, que ya nada tiene que hacer en los procesos electorales y su aliado, de la derecha recalcitrante, como lo es el Partido Acción Nacional. Del PRD, ni hablar, un partido que no representa nada. Todos ellos ya tuvieron su oportunidad y le fallaron a los mexicanos.
Al Movimiento de Regeneración Nacional le corresponde ahora consolidar el movimiento, como lo ha venido haciendo, en una espiral creciente, cumpliendo el compromiso social que tiene con las y los mexicano.
La experiencia de Coahuila
En Coahuila, en donde operó la maquinaria del viejo régimen, con todas sus artimañas, el triunfo no es favorable para el candidato de MORENA. Sin embargo, los márgenes porcentuales muestran que el Movimiento de Regeneración Nacional sigue avanzando en las preferencias de los ciudadanos. Ahí, los contrincantes aplicaron la estrategia de “divide y vencerás”, pero en los datos duros, la fortaleza del partido guinda es innegable. Lo que queda es la experiencia de reforzar las campañas de convencimiento y de trabajo duro para hacer caer al viejo régimen que ya de por sí se encuentra debilitado en todo el país.
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