Marcelo obtuvo el 42 por ciento de las preferencias; Claudia el 41; Adán el 35 por ciento; Xóchitl el 30 y Samuel apenas el 8 por ciento.
Que se sepa, nunca un aspirante presidencial (en este caso Xóchitl) había arrancado con un porcentaje tan alto con apenas treinta días de campaña. Un caso sorprendente fue el de Vicente Fox que arrancó 20 puntos abajo del candidato del PRI, Francisco Labastida y al final le ganó.
Pero lo de Xóchitl va más allá de la sorpresa porque de golpe y porrazo se puso a doce puntos de Marcelo, a once de Claudia y a sólo cinco de Adán Augusto. Es decir, la hidalguense llegó tumbando caña.
El grave problema para Andrés Manuel aparte de que Xóchitl anda volando alto, es que su corcholata favorita anda volando muy bajo. Por más obuses que le ha lanzado a la primera no la ha podido desestabilizar, mientras que por más aire que le echa a Claudia no la ha podido levantar.
Más que por amenazas del INE (que se las pasa por el forro) fue por consejo de un asesor externo que López Obrador dijo que pondría en pausa sus ataques contra Xóchitl. El asesor le habría dicho que ignore a la güera, que haga como que no existe, que no conteste a sus ataques (que de hecho han sido contraataques) que ya no la pele. Y el tabasqueño prometió cumplir. Pero…
El mismo día de la “pausa” volvió a arremeter contra ella.
Pero nada le hace mella a la güera que tras cada ataque sale fortalecida. Tan es así que ahí está la encuesta de El Financiero. La mitad de cada punto porcentual Xóchitl se lo debe a Andrés Manuel, cuya efectividad como publicista de la oposición despertó la envidia del patético Santiago Creel que exige que el presidente lo denueste como a Xóchitl, a ver si en una de esas se eleva.
Xóchitl ya se le fue de las manos al tabasqueño como se le fue de las manos el país que prometió convertir en un paraíso y se irá dejándolo en la antesala del infierno.
Si antes había violencia ahora hay coches-bomba, cobros de piso que se han convertido en un multimillonario e impune negocio, balaceras en fiestas familiares, desplazamientos de cientos o miles porque así lo ordenan los delincuentes y 160 mil asesinatos violentos en lo que va del sexenio que quizá superarán los 200 mil. Eso sin contar con un sistema de salud muy parecido al de Haití.
Y mientras Xóchitl sube y sube, Claudia anda por esos caminos de Dios causando algo muy parecido a la pena, prometiendo en desangelados mítines eso que escribí en el párrafo anterior lector, porque eso será ni más ni menos, la continuación de la Cuarta Transformación.
Ataque sin fundamento
Lo que dije antier de Marlon Ramírez, lo confirmó ayer el legislador jarocho al manifestar que no seguirá en la presidencia estatal del PRI porque no es esa su intención y menos su pretensión. Marlon concluyó su periodo el 14 de mayo, pero con la presidencia acéfala, existe una prórroga que está contemplada en los estatutos.
“Hay una disposición, tanto en los estatutos como en la legislación electoral vigente, que cuando no hay una renovación de la dirigencia exprofeso, hay una prórroga implícita, como es el caso de la hipótesis en la que nos encontramos”, explicó el legislador.
Esto en contestación al señalamiento que hizo el líder de la Confederación Campesina Independiente, Martín Cristóbal Cruz que lo calificó de “ilegítimo”.
Para quienes no tienen ni idea de quién es Martín Cristóbal ahí van unos renglones de historia.
Es un fósil del PRI que vio sus años de gloria cuando Fidel Herrera fue gobernador y lo hizo diputado y alcalde de Tamiahua. En lo personal, ignoraba que heredó la CCI de la que fue líder su papá, don Juan Cristóbal Céspedes, fallecido hace tres años.
La CCI que también vio sus mejores épocas en tiempos de don Juan, en la actualidad es una Confederación de membrete.
Quizá por ignorancia de los estatutos o por mala leche, Martín calificó de “ilegítimo” el liderazgo de Marlon, cuando éste ha dicho que no seguirá en la dirigencia, pero mientras llega el nuevo inquilino alguien se tiene que hacer cargo de la casa.
“Si visitas la que fue mi oficina verás que saqué mis pertenencias y los cajones del escritorio están vacíos a la espera del nuevo ocupante. Como dije hace un rato en una entrevista, respeto la opinión de Martín, pero considero que es de orden personal. Insisto, no es mi intención reelegirme” me dijo ayer.
¿Así o más claro, Martín?
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