Existe un vertido en la sonda de Campeche que el gobierno asegura tener controlada pero que científicos de la UNAM y de Greenpeace dicen que podría llegar a medir más de 400 kilómetros con todas las implicaciones ecológicas que ello conllevaría. Un problema doloroso para la vida y la dignidad de millones como es el desabasto de medicamentos, el pésimo sistema de salud, las quejas y las manifestaciones frente a las carencias actuales, pasadas de largo o descalificadas como campañas de confronta.
Un país con un sistema educativo que cancela escuelas de tiempo completo, donde millones de niñas, niños y adolescentes no asisten a la escuela, más miles sin condiciones favorables para la continuidad de su asistencia. A eso se suman programas educativos de bajo aprovechamiento por los contenidos que se imparten, ponderando la construcción de procesos ideológicos y de militancia partidaria en lugar de enaltecer la relevancia del conocimiento científico y la universalidad del pensamiento.
La pobreza interpretada como una noble manifestación de no tener aspiraciones, que justifica la bondad y la estatura moral. Un artilugio que endulza la continuidad de un proceso de pauperización con rango espiritual, que deja que los otros tomen decisiones sentados al lado del señor, en medio de declaraciones rimbombantes del fin del modelo expoliador, heredado sí, pero que se acentúa escondido bajo la alfombra de las asistencias sociales y la trasferencias que dan paliativos de alto nacionalismo además de sostén y continuidad.
Nada puede o debe tocar la trasformación, mucho menos manchar la bandera de los pañuelos blancos sobre la corrupción, aunque se desborde la canasta de los escándalos conocidos y las asignaciones directas, los pésimos e inflados precios de los trabajos o las ineptitudes resguardadas en nepotismos, amiguismos y compadrazgos. El aliciente es que son problemas que venían del pasado. Un pasado que fue jugado con muchas manos que aún continúan vigentes y poderosas y con otras manos nuevas que no hacen diferencia o que peor, profundizan la corrupción.
El ambiente no es sano. Hay un evidente deterioro o abandono, del mensaje de la unidad nacional, la concordia y el amor, prevaleciendo otro que acentúa el rencor, la división social que paraliza e imposibilita el diálogo cuando más lo necesitamos, cuando los problemas complejos y de callejones sin salida tal parece que se multiplican.
¿Es verdad que tenemos sólo que apostar por caliente o frio, que no hay ninguna validez en la tibieza? ¿Dónde ubicamos la pluralidad y la diversidad que quiérase o no, es realmente existente en nuestro país, en un horizonte que se empecina en una visión de blancos y negros? ¿Debemos cancelar las posibilidades de encontrar salidas que escapen de la intolerancia, de la cerrazón sin más futuro que la confrontación y la quema de los cielos?
Creo y estoy convencido que hay más rutas de las que se encuentran en las discusiones de aquellos que presumen tener la verdad absoluta, porque la historia nos demuestra que al final siempre habrá otras alternativas.
DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
En Xalapa no solo se defienden los árboles talados de noche, sino todo lo que significa haber tenido que llegar a hacerlo así.
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*Animal Político: México destruyendo el futuro: en seis años, más de 480 mil niños y jóvenes son víctimas de la violencia en México.24/07/2023 |