Eso sí, no se cansa de decir que tiene su vida resuelta. Y debe ser; es dueño de varias hectáreas de cafetales y está por poner unos bungaloos que serán un atractivo turístico en su natal Zongolica.
“Juan Carlos aprovechó la ignorancia de sus gobernados para hacerles creer que los apoyos sociales que les entregó como alcalde eran suyos. Hasta la fecha los habitantes de Zongolica están en la creencia de que cada litro de leche, cada bulto de cemento, cada lámina, cada cobertor que les repartía, salió de su bolsillo”, me comentó un reportero de la zona que agregó: “No todos los apoyos fueron a parar a los más necesitados; muchos se atoraron en su casa o en la de sus familiares”. Y finalizó: “Juan Carlos es un ególatra pagado de sí mismo que ahora se quiere convertir en otro pinche salvador de la patria veracruzana”.
Mezhua debe su carrera política al PRD y mientras el partido le permitió estar pegado a la ubre presupuestal no hubo broncas. Éstas comenzaron cuando el Sol Azteca se fue a pique y tanto él como su hermana la diputada Irma Lidia Mezhua, brincaron de la destartalada embarcación. Irma se fue con los ganadores; ahora es diputada local por Morena.
En un texto que escribió hace un par de años, el reportero Alfredo Quezada califica a Juan Carlos de “lo peor que ha dado el perredismo a la entidad veracruzana”. Y le dice protagónico, chistosito, atrabiliario, atravesado, perdonavidas con pasado escabroso, corrupto y golpeador de mujeres.
Y al parecer hasta la fecha Alfredo no ha sido desmentido.
Bien, la reunión de Juan Carlos con el Grupo de los Diez fue para anunciar su intención de ser candidato independiente a la gubernatura de Veracruz. ¿Por qué independiente? Porque los partidos “ya fueron” o lo que eso signifique.
Mezhua despotricó contra el Frente Amplio por México (PRI, PAN y PRD), porque “en el inconsciente mexicano está súper incrustada la idea del perjuicio que estos tres partidos le han hecho al país”. Y de ahí no pasó. Es decir, no dio a conocer un proyecto para mejorar el sistema de salud, atraer inversiones, combatir el desabasto de medicamentos, el desempleo y la deserción escolar.
Sobre nuestro flagelo mayor, la violencia desatada, se botó la puntada de decir que se puede combatir con autodefensas.
Cuando le preguntaron cuál es su propósito como candidato independiente contestó con una frase muy sobada: “Estamos tratando de generar alternativas diferentes”.
Futa…
Prácticamente desconocido fuera de la región de Zongolica, Juan Carlos Mezhua se apresta a recorrer la entidad a sabiendas de que no tiene ni la más remota posibilidad de ganar. Pero con un objetivo bien claro (aunque eso nunca lo va a decir); vender lo que queda de su muy escaso capital político al candidato o candidata que vaya en punta.
Para que se entienda mejor; el tipo es un oportunista de los que brotan como hongos en tiempos preelectorales, su única preocupación es que siga creciendo su abultada cuenta bancaria y que quien gane le permita tener aunque sea un chisguete de poder. Lo demás como por ejemplo la pobreza que padecen millones de veracruzanos, eso puede irse a la fregada.
De ahí mi pregunta al principio de esta columna: ¿Por qué serán tan cínicos toda esta runfla de vividores?
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