MORENA, el partido político en el poder, se ha empeñado contra viento y marea, nominar a Rocío Nahle, senadora de la república con licencia, ex secretaria de energía, zacatecana de nacimiento y sin residencia efectiva en el Estado de Veracruz, debido a sus responsabilidades oficiales que la obligaron a contar con domicilio fuera de los límites de la entidad veracruzana, pero esperando hasta la ultima batalla legal que, seguramente se dará en los tribunales si es que la oposición decide interponer el correspondiente recurso de inconformidad basado en lo establecido por la constitución de Veracruz, referente a los requisitos que se exigen para ser candidato o candidata a la gubernatura del Estado.

La inconformidad política no tiene lugar, solamente, entre las huestes de la oposición, sino también en el propio seno de Morena, donde dos o más buscan la misma posibilidad y se quejan de no tener piso parejo frente a una decisión que parte de la propia presidencia de la república y tiene seguimiento cercano en el propio palacio de gobierno. Esto, quizá, sea lo más grave que está padeciendo la ex responsable de la construcción de la refinería de Dos Bocas, proyecto petrolero que ha dejado inconcluso al no haber iniciado sus actividades de refinación y producción de combustibles.

Pero, en fin, lo más importante en este momento es la solución que Morena estará dando a este caso, puesto que no se ha dado a conocer el resultado de la encuesta, de la cual nadie tiene noticia, pero que se afirma que ya se llevó a cabo y que el próximo diez de noviembre se tendrán los resultados a la vista, pero que desde hoy evidencian que la ganadora es Rocío Nahle, porque ese es el propósito presidencial y las cosas se tienen que hacer conforme a este lineamiento.

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RAMÍREZ ARANA, LLAMANDO A LA UNIDAD

CIERTO ES QUE también en el partido tricolor han surgido las inconformidades políticas, pero también es cierto que difícilmente se le puede dar gusto a todos, puesto que si así fuera nunca se terminaría de dar solución a cualquier problema.

Lo que si es importante y parece que lo ha entendido bien Adolfo Ramírez Arana, el nuevo dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, es lograr que se concrete la unidad política que de alguna forma ha caracterizado al tricolor durante el tiempo que estuvo en el poder directamente.

No son tiempos de peleas ni tampoco de enfrentamientos que en este momento pondrían en mayores dificultades a esta organización política, sino de reforzar su presencia en todos los rincones de la entidad y con la anuencia de todos sus militantes que por muchos años mantuvieron al PRI como el partido de las mayorías.

Debe prevalecer, por tanto, la prudencia y continuar en el propósito fundamental de tener, lo más pronto posible, el acuerdo general del Frente Amplio por Veracruz, para determinar al candidato o candidata que deba representar los intereses políticos de los partidos aliados y de la propia sociedad civil.

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LOS PERFILES DEL PARTIDO TRICOLOR

HACE ALGUNAS SEMANAS, en este mismo espacio nos referíamos a los perfiles políticos que tiene el Partido Revolucionario Institucional, para poder proponer al Frente Amplio por Veracruz, al más adecuado para los tiempos políticos que se viven respecto a la candidatura para buscar la gubernatura del Estado. Tales perfiles son Pepe Yunes, con una amplia carrera política y una enorme experiencia en el quehacer público que lo hacen, indudablemente el más idóneo. Sin embargo, el PRI cuenta también con Héctor Yunes Landa, quien ha realizado un trabajo muy importante dentro del campo político de la entidad y se respalda con una estructura política muy fuerte a nivel estatal. Hasta ahora, Pepe lleva la delantera.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.