Con los hermanos Gómez Cazarin, Alejandro y Juan Javier, se dio un fenómeno poco común en la política: que ambos quedaron al frente de dos congresos estatales, al mismo tiempo: Juan Javier en Veracruz y Alejandro en Campeche.
Y aún cuando ambos son señalados de corrupción y son probadamente ineficientes para el trabajo legislativo, la diferencia es que los diputados campechanos de Morena tuvieron el valor para destituir a Alejandro Gómez Cazarin de la Junta de Gobierno y Administración del Congreso del Estado de Campeche y por tanto de la coordinación de la bancada de Morena.
Es muy probable que la destitución se haya dado con el visto bueno de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores.
Vaya, es casi seguro, porque Alejandro se atrevió a insinuar que como tenía bajo su control a la Auditoría Superior del Estado, podía darle un “estate quieto” hasta al gobierno de la entidad.
Sus alucines fueron mayores que los de su hermano Juan Javier, quien también sueña con una gubernatura, en su caso la de Veracruz, y le ha dicho a sus cercanos que “ya Dios me dirá cuando”.
A Alejandro Gómez Cazarin le dieron caballazo, en la presidencia del Congreso de Campeche éste lunes, lo cual fue aprobado por la mayoría de los diputados de esa entidad.
Y lo hicieron aún cuando falló la energía eléctrica en el recinto legislativo y no funcionaba el aire acondicionado.
¿Ha estado usted en un cuarto cerrado, en un día soleado, sin aire acondicionado, en algún lugar de la costa?.
Bueno, pues puede imaginarse el calor que debió haberse sentido ahí.
La destitución de Alejandro Gómez Cazarin era algo que se venía preparando desde hace tiempo y que incluso el mismo diputado sabía que se le venía encima, por lo cual desde hace varias semanas se ausentó del Congreso, alegando alguna enfermedad.
Esa fue su manera de tratar de evitar la destitución, e incluso el desafuero que teme que le apliquen.
La primera llamada de que estaba perdiendo presencia ante Layda Sansores, se dio después de que aseguró que tenía elementos para “apretar” a la administración de la campechana, cuando se dio la destitución de su esposa, Teresa Xóchitl Pitzahuatl Mejía Ortiz, como titular estatal de la Secretaría del Bienestar.
Ni así quiso entender.
El periódico Tribuna, de Campeche, en su columna colectiva Expediente, del 29 de octubre, hace un recuento de algunos de los excesos de Alejandro Gómez Cazarin.
En esa presentación se anota que “el jarocho” (como le dicen por allá) seguía sintiéndose todo poderoso, porque varias veces la misma Layda Sansores autorizó que le dieran dinero para comprar diputados locales y lograr que se aprobaran algunas leyes que le interesaban.
Por cierto, lo que debía entregar a los diputados de su bancada, nunca apareció, y a estos les decía que tenían que aprobar las propuestas porque era orden de la gobernadora.
Alejandro Gómez también cometió locuras, como su hermano, y entre estas se encuentra el haber creado un grupo de rock, del que era la figura central y hasta el haber pagado a Alex Lora para grabar una canción juntos.
Sus excesos llevaron a que el diputado Jorge Luis López Gamboa, también de Morena, exigiera una investigación del destino de más de 250 millones de pesos tan sólo en este año. No tuvo respuesta, pero quedo ya manifiesto que había inconformidades en la bancada de Morena contra su coordinador.
Ahora que lo destituyen acusa de traidores y sectarios a quienes lo hicieron y amenaza, vía un post en sus redes sociales, que va a “desnudar” a cada uno de los mismos.
Para Juan Javier esto debe ser un llamado de atención, porque Layda Sansores está del mismo lado en las tribus de Morena, que Cuitláhuac García.
Por lo pronto, uno de los Gómez Cazarin, ya cayó. |