Hay que destacar algunos factores de estos tres personajes… cada uno de ellos tiene bien definido su padrón tanto de su partido como de sus aliados, con lo que parten de allí para empezar a hacer números, cuentas y cálculos.
El otro factor es su “target”… es decir, a quién van a dirigir sus pretensiones para venderse como la solución a los problemas de todos los mexicanos…
Por ejemplo, en una mera suposición, Claudia Sheinbaum tiene su público objetivo en la clase media baja que de cierto modo, es la mayoría en el país, bajo el entendido de que puede tener a sus clientes cautivos en los abuelitos y en los jóvenes becarios, aunque hay adultos que igual estarán con Morena más por conveniencia que por convicción…
Por su parte, Samuel García y MC están enfocados principalmente al sector joven bajo dos esquemas: ensalzando al ciudadano sin el apéndice “político” y esgrimiendo algo que en sí, suena atractivo: “Nuevo”…
Mientras tanto, Xóchitl debe enfilarse a buscar a los arrepentidos de haber votado por Morena, a esa clase media que pudo haber sido lastimada por el Sistema en el poder, al ciudadano decepcionado de este gobierno…
Cada uno de ellos tiene un estilo propio…
Claudia, la flemática sin gracia…
Xóchitl, la señora que se pasa de chistosa…
Samuel, el irreverente…
Lo cierto es que en este momento, quien está en boga, sea por sus zapatos, sea por su esposa, sea por lo que sea, es Samuel, a tal grado que la Oposición se ocupa más en darlo a conocer, sea despotricando o criticándolo, en lugar de hablar de su candidata. Sin querer, el Fosfo Fosfo los invadió.
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