Porque sabe que las cosas no marchan bien.
La víspera vio los números de las últimas encuestas y la preocuparon. Si bien la aprobación de Morena es sobresaliente, sus militantes no pueden decir lo mismo y el ejemplo más palpable es el gobernador Cuitláhuac García, cuyo trabajo es reprobado por ocho de cada diez veracruzanos. En el caso de ella, ocho de cada diez no la quieren como gobernadora. Y como dato curioso, siete de cada diez aprueban la candidatura de Pepe Yunes a la gubernatura.
¡Vaya números!
A pesar de que aún no es abanderado oficial de la alianza que ahora llaman Fuerza y Corazón por Veracruz, cuando el PRI nombró a Pepe candidato hace dos semanas, su popularidad se disparó del 13 al 31 por ciento. En contrapunto, la popularidad de Rocío se estancó en 43 por ciento con tendencia a la baja, según sondeos internos de Morena.
En una de tantas veces que le preguntaron al peroteño si contendería otra vez por la gubernatura contestó: “Sí, pero no jugaré para perder. Si veo que las condiciones no me favorecen me haré a un lado sin dudarlo un momento”.
Y al parecer los astros se están alineando a su favor porque el jueves declaró: “En las últimas tres elecciones la suma aritmética de los votos que lograron el PAN, el PRD y el PRI está arriba de un millón 200 mil votos. ¿Por qué si cada elección esos votos coinciden en estos partidos, hoy no tendrían que estar, cuando hay un mal gobierno, cuando el presidente no va en la alianza y cuando -además- lo que está exigiendo el electorado son políticas arraigadas a Veracruz, con identidad de veracruzanos? Hay muchas condiciones de triunfo, en el 2024 seguramente va a ganar una nueva alternativa en el estado”.
Si a Rocío la realidad amenaza con darle la espalda, a Pepe la esperanza le comienza a sonreír.
Y en claro mensaje a Nahle dijo: “Lo que a mí me preocupa es un gobierno desarraigado, alguien que no conoce la entidad, alguien que no sabe qué es lo que pasa en el norte, en el sur, en el centro, y que por años estuvo focalizada a un municipio”.
Si lees bien el párrafo anterior lector, Pepe no está cuestionando y menos descalificando a Rocío por su origen zacatecano, sino por su desarraigo. Pero el golpe puede ser letal para las aspiraciones de la señora.
Pésimamente asesorada Rocío contestó con el hígado y mal. “Veracruz ha sido la puerta de entrada de españoles, alemanes, africanos, asiáticos y nosotros en Veracruz nunca, ¡nunca!, habíamos hecho una distinción jamás, ni de género, ni de color, ni de ascendencia, ni de origen”.
Y ahora tampoco se hacen distinciones de ningún tipo. Lo que sucede con los veracruzanos es que simplemente le están reprochando su empecinamiento por querer gobernar un estado que tiene más de cuatro millones de mujeres nacidas en Veracruz que lo pueden hacer mejor que ella.
Ya medio a la desesperada trató de bajar la cortina: “El tema (de su origen) está agotado y es tiempo de darle vuelta a la página; dicho lo anterior le damos la vuelta a la página”.
Pero no será tan fácil. Bastó con que Pepe Yunes tocara el asunto del desarraigo, para que por ahí la comiencen a tundir al menos la mitad de los veracruzanos.
Caray, lo que son las cosas lector; al menos desde hace cuatro años los consejeros de Rocío la prepararon para que contestara todo lo referente a su origen zacatecano, pero a ninguno se le ocurrió pensar en el desarraigo.
Y por ahí la pescó Pepe Yunes que antes de comenzar la ardua batalla por la gubernatura, ya le ganó el primer round.
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