De ellos, el considerado más acabado por su conocimiento, habilidad, quizá también por ser el mayor generacionalmente hablando habría sido Dante Alfonso Delgado Rannauro, sus acciones políticas lo evidencian.
El alvaradeño criado en Córdoba, Veracruz, ha vuelto a dejar de manifiesto que lo suyo es ser un verdadero animal político, dedicado en cuerpo y alma a esta profesión a la que le ha dedicado más de 60 años de su vida.
Y esto se lo comento, porque tras el anuncio emanado del Senado de la República en el sentido de que no se alcanzó el acuerdo para lograr sacar a la nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que sustituirá al fugado Arturo Zaldivar Lelo de la Rea, se le dejó el camino abierto al presidente Andrés Manuel López Obrador para que se vaya solito e imponga por primera vez en la historia a un ministro(a) de su preferencia.
El tamalazo legislativo preparado y sazonado por Ricardo Monreal y Dante Alfonso Delgado Rannauro es el vivo ejemplo de la simulación política al más alto nivel.
Desde el principio de todas las negociaciones, la intención fue llevar hasta este punto el supuesto acuerdo, para llegado dejarle al presidente la facultad legal –así lo marca la constitución- de elegir a quien formará parte de la SCJN.
Un hecho que evidencia, el interés a conveniencia de ciertos políticos por regresarnos al presidencialismo imperial, ese que tanto criticó el propio López Obrador siendo oposición, pero del que no se pudo despegar por llevarlo en su ADN de formación –se hizo y formó como priista-.
Así que el jugar de algunos a ser los esquiroles de la política nacional queda evidenciado, pues mientras la franquicia –Movimiento Ciudadano- sigue redituando miles de millones de pesos, pues que México y sus habitantes se jodan, que importa ya.
Sextante
Llega el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez por quinta oportunidad a comparecer al Congreso Local, se esperará que el diálogo sea de manera fluida y con respuestas precisas y puntuales a los cuestionamientos de los legisladores.
Sería deseable que el personaje hoy hable de lo que han podido hacer y lo que no han podido, y no se recete una retahíla de lamentaciones y culpas a las administraciones del pasado, porque cinco años han sido suficientes ya para asumir responsabilidades.
Al tiempo.
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