–De crédito, será con tarjeta de crédito– dice mientras se mete la bolsa al pantalón para sacar su cartera.
Bueno –dice la vendedora mientras se dirige con terminal en mano hacia el joven– Le comento que se le cobrará una comisión del 5 por ciento sobre el valor total de su compra por el pago de tarjeta.
De inmediato el joven encoge la mano que sostiene la tarjeta de crédito y pregunta a la vendedora: ¿por qué tengo que pagar una comisión por pagar con tarjeta de crédito mi helado?
Esa misma pregunta fue repetida una y otra vez a través de los años por los ciudadanos que iban a comprar en algún local y al pagar con tarjeta, el negocio les cobraba una comisión entre el 3 y 5 por ciento.
Y entonces los consumidores se preguntaban ¿es legal que me cobren una comisión cuando no lo hago en efectivo y uso una tarjeta de débito o crédito?
Si bien, no era legal, tampoco era ilegal. Y el argumento de los pequeños negocios era que las instituciones bancarias les cobran también cierta cantidad mensual por el uso de una terminal que les proporcionan para hacer el cobro respectivo.
Con esta acción los comerciantes y prestadores de servicios trasladaban esa cantidad que les cobraba el banco a los consumidores finales.
Las quejas de los usuarios no se hicieron esperar y las denuncias a la Profeco se fueron acumulando hasta hacer eco en los diputados federales, los que por fin se pusieron de acuerdo y con 446 votos decidieron eliminar los cobros de esas comisiones que los negocios, en su mayoría pequeños, trasladan al usuario cuando paga bienes o servicios con tarjetas de débito o crédito, haciendo cambios a la Ley Federal de Protección al Consumidor.
Hoy esta medida parece que se eliminará; bueno, aún falta que pase al Senado, pero parece ser ya un hecho que esas comisiones serán eliminadas para el consumidor final. Pero ¿qué pasará con el negocio? ¿También se eliminarán esas comisiones que pagan? La respuesta es no, pero según el coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira, se analizan otras iniciativas para que los bancos disminuyan esas comisiones y otras como son los cobros por consulta de saldo en cajeros o de retiro de efectivo igual sean eliminadas.
Ahora bien, no le extrañe a usted que los negocios no cobren comisiones por pago con tarjeta a los consumidores finales, pero que sí exista un aumento en el producto o servicio que vaya de un 3 a un 5 por ciento.
Esta iniciativa nos hace pensar qué pasará con aquellos negocios como Sams o Costco donde usted va a comprar y al llegar a la caja para pagar sus artículos, el precio varía dependiendo la forma dei pago. Es decir, es más barato si es en efectivo, con la tarjeta de la tienda o con tarjeta de débito, pero el costo se incrementa al pagar con una tarjeta de crédito.
Según Moreira, de aprobarse en el Senado, el pago final que hicieran los consumidores en estos supermercados debería ser único. Sin embargo, olvida que estos negocios operan por membresía de cliente, la cual al ser adquirida, el consumidor debe firmar un contrato donde allí ya establece las diferencias de pago y acepta las condiciones que le dan para ser socio.
¿O acaso podrán meter en cintura a estas tiendas de supermercados y les cobrarán las multas establecidas que van de los 701.15 a los dos millones 243 mil 671.49 pesos? Eso habrá que verlo.
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