El 24 de febrero pasado coincidí con Pepe en un desayuno en la residencia del doctor Francisco Berlín Valenzuela. En corto me platicó que hasta entonces había previsto tener un “cruce” (alcanzar a la candidata de Morena) a finales de abril (por estas fechas) o a mediados de mayo, pero que prácticamente ya casi lo había logrado, y que esperaba un final muy cerrado.
Que el columnista sepa, sin embargo, el candidato de la oposición nunca ha bajado la guardia, y menos se ha confiado, trabaja todos los días como si fuera en el último lugar con el porcentaje más bajo, acicateado porque sabe que la de Veracruz es una elección de Estado y que se enfrenta al gobierno, con todo lo que ello significa.
Si para la fecha que cito ya iba viento en popa, la aparición, el 13 de marzo (ya vamos para dos meses), del empresario Arturo Castagné Couturier dando a conocer propiedades de la candidata oficial Rocío Nahle sin estar claro su origen, con tufo de corrupción, la zacatecana empezó a caer y Pepe a crecer, desatándose una inercia ganadora que trae ahora.
Al peso negativo (para ella) de su origen, al escándalo por sus presuntas propiedades, a su imagen negativa por haber dejado inconclusa la refinería de Dos Bocas, hoy tres veces más cara de su costo original (de 8 mil millones pasó a 24 mil millones de dólares), se suma (todos los que tratan o han tratado con ella lo dicen) su soberbia y altanería, a lo que se suma un egocentrismo sin límite (“todo yo yo yo”, me platican que dice sin escuchar a nadie) y a un equipo sin oficio político ni experiencia.
He comentado en varias ocasiones que su precampaña y su campaña están viciadas de origen. Hasta ayer presumía que ha recorrido 166 municipios, o sea que apenas va conociendo el estado (son 212), pero además, en realidad las que ha visitado son solo las cabeceras municipales, por lo que no es cierto que conozca los municipios, con el ingrediente de que llega a un lugar, se sube a un estrado, se mantiene alejada de la gente, a la que mantienen a distancia con vallas metálicas, termina el acto, se baja y se va.
Aquí narré cómo en Puente Nacional los caciques del pueblo le organizaron una comida, pero como no le gustó el acto que le prepararon, los dejó plantados a todos sin darles las gracias ni decirles si quiera adiós. Hoy prácticamente todo el pueblo está con Pepe.
Ya es de sobra conocido que alejó a todos los cuitlahuistas, con la excepción de Juan Javier Gómez Cazarín y –en su momento lo supo el columnista– cuando terminó el proceso interno, por ejemplo Sergio Gutiérrez Luna y su equipo estuvieron dispuestos a sumársele, pero los bateó, les dijo que no los necesitaba. Sergio emigró y se mantiene alejado del estado para evitar que lo acusen de algo, más ahora que las cosas van mal. Prácticamente todo su equipo y sus simpatizantes optaron entonces por sumársele a Pepe. Gutiérrez se mantiene hoy muy cerca de Claudia Sheinbaum, como se vio la noche del domingo en cadena nacional cuando acompañó a la candidata presidencial a su salida del foro del debate.
Me llamó la atención que ayer lunes, mientras que Pepe mantuvo sus actividades de campaña, cuando ya no hay un solo minuto que perder, Rocío le declaró por la mañana a Guillermo Agüero Ferat, conductor titular de Oliva Noticias que estaba en el puerto de Veracruz, atendiendo “temas en mi oficina”, y que no iría a ningún municipio, “hoy estaré haciendo una agenda distinta, (por)que tenía muchísimos pendientes con el equipo de mi campaña”.
¿Le llamaron la atención, por fin? ¿La emplazaron a que cambie de estrategia, si es que la tiene? ¿Le pidieron que se deshaga de quienes no le sirven y los sustituya con personas con experiencia? ¿Le enviaron operadores de la Ciudad de México para tratar de rescatar la campaña? ¿Mandaron asesorarla? ¿Le ordenaron que deje el lujoso convoy con el que se mueve y que elimine las vallas metálicas y se mantenga cerca de la gente? ¿Le pidieron que deje sus sitios de honor arriba de los templetes y visite mercados y lugares públicos y se involucre con el pueblo?
El domingo, en Soledad de Doblado, tierra natal de Miguel Ángel Yunes Linares, ahora candidato suplente a una senaduría, acompañado del exgobernador, Pepe encabezó una cabalgata. A punto de iniciar el último mes de campaña, la imagen que proyectaron pareció tener un gran simbolismo: montados en sus respectivos cuacos, ya no van a pie, sino ahora en caballo de hacienda rumbo al triunfo el 2 de junio.
El columnista de El Universal Mario Maldonado bien apuntó que “Sheinbaum, ahora tiene el gran dilema de seguir apoyando a su amiga y ‘compañera de lucha’ o dejarla a su suerte, sobre todo por el lastre que supondría si pierde la elección en Veracruz”. Ni AMLO ni Claudia la van a dejarla sola, no por ella (Andrés Manuel debe estar furioso con Rocío porque seguramente lo engañó y nunca le dijo nada de sus propiedades) sino por la causa de Morena.
Para colmo, ¡Uf! y ¡Recontra Uf! Xóchitl Gálvez firmó el domingo un “Compromiso por la transparencia y la información de las ciudadanas y ciudadanos”.
“ME COMPROMETO SOLEMNEMENTE a firmar de manera inmediata y sin ningún tipo de reserva el primero de octubre del presente año, un DECRETO PRESIDENCIAL que libere la información detallada, transparente y veraz de las obras públicas del Aeropuerto Felipe Ángeles en el Estado de México; de la Refinería de Dos Bocas en Tabasco, del Tren Maya en la península de Yucatán, y de la cancelación del Aeropuerto Internacional de México en Texcoco”.
Precisamente mañana 1 de mayo se cumplirán un año y 10 meses de que López Obrador inauguró la refinería de Dos Bocas y es la hora en que no refina un solo litro de gasolina. Y la señora tuvo el atrevimiento de decir en el debate del sábado que es una mujer de resultados.
La noche del domingo, en el debate presidencial, Claudia Sheinbaum dijo: “Una mujer en Veracruz me dijo que le dijera al presidente que gracias a él ya no tienen hambre”. Que ya identificaron a la mujer: se llama Rocío Nahle. Esto último es broma, aunque no lo parezca.
Bola 8 terminó en un mercado
Manuel Huerta recorría un mercado sobre ruedas en Xalapa cuando de pronto, ¡zas!, que se encuentra entre la mercancía puesta a remate a ¡Bola 8!, una bola de billar que hizo recordar al exsecretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, hoy exiliado en Yucatán apoyando al candidato a gobernador de aquel estado, Joaquín “Huacho” Díaz.
Mientras sostenía la bola en la mano, el candidato a senador la agitaba con la mano hacia abajo, con una sonrisa de oreja a oreja, como diciendo lo tronamos. |