Ya en el debate y para no errarle, leyó sus propuestas, pero aun así la regó, como cuando dijo que de las doscientas universidades públicas que el gobierno de la 4T abrió en el país, veinte están en Veracruz.
Esto es una barbaridad, lector.
Doscientas universidades públicas, lo que se llama universidades universidades, universidades con todo lo que eso conlleva, no las ha hecho la 4T. Lo que hay son cascarones en obra negra, terrenos baldíos donde se supone construirán “en breve” una universidad, edificios rentados y muy pocas edificaciones bien hechas como en Atlahuilco. Pero que carecen casi de todo, desde mobiliario y plan de estudios, hasta de maestros y como consecuencia de alumnos.
Así que abusando de su gentileza y si no es mucha molestia, me gustaría pedirle a la señora que diga en qué municipios de nuestra entidad se encuentran nomás diez de esas veinte universidades (ya le ayudé con la de Atlahuilco), cuántas carreras ofertan, cuántos alumnos tienen y cuántos maestros imparten clases. Cosa que se antoja poco menos que imposible.
También mintió al decir que “los gobiernos anteriores hablan mal de Veracruz, se expresan mal de Veracruz, es una constante. Incluso hacen campañas nacionales que botan mucho dinero para hablar mal de Veracruz, (y por eso) no llegan inversiones, no llegan muchas cosas. Afortunadamente en el gobierno de la Cuarta Transformación han llegado inversiones, las más altas de la historia, a pesar de los que hablan mal de Veracruz”.
La vida tengo viviendo en Veracruz y jamás he escuchado a un gobierno hablar mal de la entidad. Lo que sí he escuchado hasta la saciedad es a cientos de veracruzanos hablar mal de los gobiernos que les han tocado en suerte. Pero hablar mal de Veracruz, de la tierra que los vio nacer, nunca.
“Si de algo no renegaremos jamás es de la tierra donde tenemos enterrado el ombligo como reniegan otras de su natal Zacatecas”, me dijo con el filo que lo caracteriza un gran amigo.
Y en cuanto a las inversiones “las más altas de la historia” ¿dónde podemos encontrarlas?, porque hasta donde sé entre Cuitláhuac y la violencia corrieron a los inversionistas y Veracruz ocupa el lugar 29 de 32 como la entidad con menos inversión en esta administración. ¿Entonces?
Rocío se entrampó tanto con sus mentiras que tuvo que recurrir a la descalificación del adversario, pero Pepe Yunes que ni se inmutó.
El candidato peroteño se dedicó a presentar sus bien cimentadas propuestas y las dosificó con certeros descontones verbales a la nativa de Zacatecas, a la que nunca bajó de corrupta y de ser parte sustantiva de la corrupción de la 4T.
Es decir, la volvió a vapulear.
Al final del debate y mientras Pepe y Polo Deschamps ofrecieron la también protocolaria conferencia de prensa, una Rocío Nahle amargada, frustrada y furiosa, dejó plantados a los reporteros a los que minutos antes había prometió proteger.
Y el descontón final se lo dieron las encuestadoras que vieron ganador a Yunes Zorrila. Massive Caller promedió 52.7 por ciento para Pepe por 40.5 por ciento para la zacatecana. Electoralia 49-43 y Goberarte 47.5 a Pepe y 38.3 a Rocío.
Pero los fieles que tiene Rocío en su oficina de comunicación vieron otra cosa: “Sin duda alguna Rocío Nahle GANÓ EL DEBATE”.
Ora pues.
Si esto fue cierto, la cara de funeral y de pocos amigos que llevaba cuando se subió a su Suburban, no le ayudó mucho que digamos a la señora.
bernardogup@hotmail.com
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