Con la mira puesta en el 2025 y con el tiempo encima, es muy complicado que los partidos que han de competir por las 212 presidencias municipales de Veracruz, se arriesguen a cambiar de cuaco, mula o burro a medio río, ahora sí, dependiendo de la bestia de la que se hable…
Si bien, los números no les favorecen para nada a un Federico Salomón y Fofo Ramírez Arana, un proceso de renovación implicaría más división en unos y mucho más en otros…
En el caso del PAN, ya sabemos cuáles son los pleitos de siempre… el bando de los Yunes y el bando de los Chapitos… iniciar una renovación dejaría al final, más problemas que soluciones, si no, pongámoslo en este contexto: ¿A quién beneficia una renovación de dirigencia? ¿Al PAN, al grupo de los Chapitos, o a los Yunes? ¿A quién beneficia que no haya renovación? ¿Al PAN, al grupo de los Chapitos, o a los Yunes? La respuesta la tiene el militante.
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En el caso del PRI, éstos sí cambiaron de cuaco, mula o burro a medio río antes de las elecciones del dos de junio, y para muchos, las consecuencias saltan a la vista. Sin embargo, renovar la dirigencia del Fofo es como asegurar que Alito Moreno dejará su cargo más cuando ya comentó que esto no se trata de “complacencias”… Lo mejor que le puede pasar al Revolucionario, es quedarse como está y tratar de sobrevivir el año que viene con lo que tiene.
En Movimiento Ciudadano la cosa es totalmente diferente. Para Dante Delgado, los números de Sergio Gil como dirigente del partido en Veracruz, son más que satisfactorios, tanto, que hay la confianza de que se mantenga como tal con miras al 2025. ¡Vamos! En sí, es el único que cuenta con el aval del Patrón por sus logros, no por “cuatismo”.
Bueno, no sólo es eso. Pudiera jurar que Sergio Gil es el único dirigente de partido que trabajó el 2024 de la mano con el 2025. Es decir, ya lleva adelantado mucho de la renovación… ¡pero de las presidencias municipales!
En el caso de Morena, muchos pueden decir que los números de esta contienda, así como de la intermedia en el 2021, son producto de la marca y de AMLO… es posible, sí, pero también, dijera el ínclito, “haiga sido como haiga sido”, Esteban Ramírez Zepeta ha estado al frente de las dos últimas batallas y guste o no, pasa lo mismo que en un equipo de futbol cuando se corona campeón: ¡hasta el utilero se lleva su medalla!
Acá ocurre lo contrario a lo que pudiera suceder en el PAN: si cambian de dirigencia, el “institucionalismo” que reina en estos momentos en el partido en el poder, hace que el barco se mantenga a flote por sí solo más que por su Capitán… o sin un Capitán.
Hay quienes ubican, si hay un cambio en la dirigencia, a Diego Castañeda Aburto… o hasta a Juan Javier Gómez Cazarín… al interior del mismo partido, hay quienes ansían el cambio de dirigente y pueden señalarle la cantidad de cosas a Zepeta, pero los resultados saltan a la vista… insisto: “haiga sido como haiga sido”…
Ahora, más que una renovación de dirigencias, a los partidos (de la Oposición, principalmente) les urge una renovación de ideas, de sangre fresca, de oportunidades a liderazgos natos y no hechizos, y sobre todo, la conciliación al interior y dejar de lado los intereses de grupos por encima del partido.
Aunque los aliados del partido en el poder no cantan mal las rancheras… el PT, un partido convertido en el negocio de un solo hombre; y el PVEM, sometido a los intereses de unos cuantos y beneficiados sólo esos cuantos.
Quizás lo mejor que le puede pasar a todos los partidos a competir en este 2025, es que ni le muevan, porque, por un lado, ya están jodidos unos, entonces, para qué joderlos más; y por el otro, si así salen ganando, pa’ qué brincar ¡si el suelo está parejo!
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