Me atrevo a pensar que pensando en el bien de Veracruz, Del Río Virgen tal vez accediera a ser un mediador en la relación entre la bancada de Rocío y el pastor del rebaño morenista en San Lázaro, esto es, que Escobar García al final terminaría por alinearse con el expreso político del gobierno de su jefe Cuitláhuac, si para facilitar las cosas así se lo ordena su nueva jefa. Vueltas que da la vida.
Para quienes estuvieron en los Diálogos Nacionales sobre la Reforma al Poder Judicial el sábado pasado en la sede del Poder Judicial del Estado no pasó inadvertido el saludo que Monreal dio a Cuitláhuac y a Rocío. Al primero lo saludó de mano pero sin verlo a la cara y cuando se dirigió a él se limitó a decirlo que lo hacía con respeto, pero a la segunda la abrazó en forma efusiva y se dirigió a ella “con respeto y con mucho cariño”.
Subsecretario, no Secretario, el más poderoso de quienes ha nombrado Rocío
¿Qué el orden de los factores no altera el producto? Eso dijo Pitágoras en su famoso axioma. En política parece que sí.
La Gobernadora Electa casi completó ya el nombramiento de los secretarios de despacho y quienes serán sus más cercanos colaboradores, incluido el Contralor General del Estado, pero aparte de los futuros secretarios de Gobierno, Ricardo Ahued, y de Finanzas, José Luis Lima, hay un hombre tan poderoso ¿o posiblemente más? que ellos, además único subsecretario hasta ahora, el de Egresos, Pedro Miguel Rosaldo García.
Por supuesto, llega al cargo porque es de todas las confianzas de Rocío. Pedro Miguel era el Secretario Técnico del Comité que integra el Fondo para la Transición Energética y el Aprovechamiento Sustentable de la Energía, de la Secretaría de Energía, donde estaba cerca de la ahora nueva gobernadora de Veracruz.
¿Por qué él y casi de los primeros nombrados? Porque debe estar metido ya en el manejo de los recursos, en el pago de los pendientes, pero también seguramente para entrarle a fondo a ver en qué condiciones le dejó la dependencia su antecesor Eleazar Guerrero Pérez, a quien se señaló de muchas anomalías y presuntos ilícitos.
Rosaldo García, quiera que no, tendrá que ver cómo echa a andar la “revolvedora”, porque si bien el secretario de Finanzas, Lima Franco, lleva sus cuentas en orden, hay otros gastos extra que requieren recursos y fuera de lo que puede llamarse institucional, las partidas federales ya asignadas, se requerirán recursos sobre todo para empezar a dar resultados de lo que se está ofreciendo.
Hasta ahora, Nahle no ha dicho si para darle un impulso a su arranque pone en marcha a partir del 1 de diciembre un plan emergente de 100 días, para obras y acciones concretas, para cumplir con aquello de que el movimiento se demuestra andando, y ya optó por el hombre que se encargaría de procurarle aceitar la maquinaria para que entre en funcionamiento.
¿Contralor florero o tapadera?
El sábado, la Gobernadora Electa, Rocío Nahle, anunció que Ramón Santos Navarro será el Contralor General del Estado de su administración.
Se trata de un coatzacoalqueño con buena imagen, cuya experiencia se reduce al ámbito local, municipal.
Con el anuncio se dio su currículum, aunque no se dijo que se le identifica como allegado a Rogelio Lemarroy, empresario de Coatzacoalcos, en cuya administración cuando fue presidente municipal trabajó en la Tesorería del ayuntamiento.
Es contador público y licenciado y doctor en Derecho por la Universidad Veracruzana y por la Universidad Popular Autónoma de Veracruz, respectivamente, así como maestro en Derecho Fiscal por la Universidad del Valle de México.
En realidad, podría tener todos los galardones académicos posibles, aunque por la experiencia que se ha vivido con el gobierno de Cuitláhuac García, diplomados y títulos salen sobrando si quienes llegan a la Contraloría General del Estado solo lo hacen como floreros o como tapaderas de anomalías.
Solo para eso sirvieron las contraloras del gobierno de Cuitláhuac García, Leslie Mónica Garibo Puga y Mercedes Santoyo Domínguez, aunque la primera por presión del entonces secretario de Gobierno Eric Cisneros Burgos, y la segunda por consentimiento.
La primera quiso meter orden, cumplir con su deber, pero el famoso Bola 8 se lo impidió. Leslie renunció cuando no estuvo de acuerdo en que en los festejos por el Grito de Independencia, en el primer año del gobierno cuitlahuista, se gastaran casi 15 millones de pesos, más que el costo de los festejos del propio gobierno federal.
Cisneros la descalificó. Dijo que no era un gasto sino una “inversión”, sí, pero para su promoción personal, que ya iniciaba como aspirante a la gubernatura.
La segunda llegó para tapar todo, para no ver nada, para no pedir cuentas ni sancionar a nadie, hasta que estuvo también a punto de quedar atrapada ante la llegada del nuevo gobierno y prefirió la graciosa huida.
Ya veremos qué resulta con Ramón Santos Navarro.
Un pequeño gran detalle es que el único subsecretario nombrado hasta ahora, el de Egresos, y el nuevo contralor general son de Coatzacoalcos, cercanos a Rocío, de modo que seguramente harán una labor de pinzas, o sea, van a apretar juntos. ¡Crac!
El detalle de Rocío
El 11 de agosto de 2019, en el primer año de gobierno de Cuitláhuac García, falleció el arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Xalapa y cardenal de la Iglesia Católica, Sergio Obeso Rivera.
Pero no obstante de tratarse de un alto dignatario religioso, además de integrante de una apreciable familia xalapeña, el hecho para el nuevo gobernador fue ignorado.
Habiéndose realizado una ceremonia en la Catedral de Xalapa, a solo unos cuantos pasos del palacio de gobierno, que está enfrente, Cuitláhuac no se dignó ir a ofrecer sus condolencias a la cúpula religiosa a nombre del pueblo veracruzano, que supuestamente representa, como tampoco emitió un boletín de prensa o hizo alguna declaración para lamentar el suceso. Como comúnmente lo hace, simple y sencillamente le valió.
Y si no se solidarizó en ese caso, tratándose de quien se trataba el personaje fallecido, menos lo hizo en otros casos de tragedia que enlutó a familias veracruzanas.
Por eso se tomó bien la esquela que publicó el domingo la Gobernadora Electa, Rocío Nahle, con motivo de una tragedia ocurrida la noche del sábado en Coatzacoalcos que enlutó a siete familias, cuando igual número de jóvenes fallecieron ahogados al caer una camioneta al río Calzadas. Rocío extendió sus condolencias a las familias en desgracia.
Era obligado que lo hiciera, incluso porque eran sus paisanos los fallecidos, de Coatzacoalcos, su municipio adoptivo, pero también por lo que representa, por la fuerza moral que tiene su figura, para decirle a los dolientes que no están solos, que la parte del gobierno que ahora representa está con ellos.
Cuitláhuac, fiel a su valemadrismo con los veracruzanos, de nuevo optó por el silencio.
Que tan poco tiempo ha pasado desde el 2 de junio pero cuánta diferencia se nota ya en la autoridad que viene. |