Dicen que el país está de lo mejor y se aprestan a los cambios de gobernantes y de legisladores, con la mal habida sobrerrepresentación, con el compromiso del segundo piso de una transformación que tendrá la continuidad que plantea el líder.
Dicen que gobernarán por muchos años porque el pueblo les ha dado todo el poder y si eso en algún momento quiere replantearse o cambiarse es mejor asegurarse de que les favorezcan las cosas esas legales que tanto les incomodan, porque ya los han frenado y por eso deben ajustarse de tal manera que no haya contención alguna para que esa continuidad dure mil años.
Dicen sonrientes que las mayorías que tienen, “haiga sido como haiga sido”, son la manifiesta voluntad de un pueblo que acompaña no solo la revolución de las conciencias sino que apoya al líder que es encarnación viva del pueblo.
Y dicen que por eso es que la vida pública se ha purificado tanto en los últimos 6 años, y que en estos próximos 6 se purificará mucho más, pues los compromisos se cumplirán a cabalidad fuera de las garras del neoliberalismo y podremos gozar del mejor sistema de salud del mundo, se tendrá la paz y la seguridad que nos permitirá confirmar que somos una sociedad feliz, feliz, feliz, ratificando el humanismo muy mexicano con que nos ha obsequiado el líder.
Dicen que irán quedando cada vez más atrás los comportamientos que desde la corrupción tanto han dañado a nuestro país; que estos 6 años fueron el primer piso para cimentar la trasformación, ondeado los pañuelos blancos y barriendo las escaleras de arriba hacia abajo, claro sin llegar a la cima de sus hijos, parientes y amigos, porque ellos son distintos.
Dicen que son los malquerientes, los traidores a la patria, quienes no lo ven y comentan y muestran datos solo para dañar la imagen presidencial porque han perdido privilegios. Dicen que son personas resentidas que insisten en dudar del alto nivel de la educación con la nueva escuela mexicana y la ciencia puesta al servicio del pueblo son ya una realidad para la transformación de una sociedad que enfrente los nuevos tiempos y sus retos en los próximos 6 años y más.
Dicen que los índices de la violencia y la inseguridad están a la baja y que los hechos están allí y solo los conservadores seguidores de García Luna y de la guerra de Calderón se aferran a no mirar las bondades de una estrategia que humanamente dicta abrazos, no balazos como principal actividad de las fuerzas armadas que también son pueblo uniformado.
Dicen que siguiendo la ética y la moral dictada desde el pueblo encarnado en el líder y obedecida con el acompañamiento de las fuerzas armadas, es que se logran las grandes obras con la mayor transparencia y rendición de cuentas como el AIFA, Dos Bocas que nos dará pronto, ya pronto, más autosuficiencia energética, o el Tren Maya y su respeto del entorno, salvaguardando millones y millones de árboles en una estrategia digna de reconocerse mundialmente como todo lo que hoy por hoy se realiza por el mejor dirigente mundial.
Solo quienes no quieren ver niegan que este sea un momento sublime de nuestra historia y que al final el tiempo les dé la razón. Eso dicen.
DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
No quieren gobernar, quieren atragantarse de poder sin ley. Sobrerrepresentación en cámaras y dominio sobre el poder judicial.
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