En los inicios de la pelea por la candidatura de Morena al gobierno del estado, los adversarios de ese partido consideraban que era mejor que la candidata de la 4T fuera la secretaria de Energía Rocío Nahle que el secretario de Gobierno Erick Cisneros Burgos. El asunto es que mientras que la señora Nahle traía la inercia presidencial, lo que es un plus en estos casos, la candidatura que se fraguaba aquí en la aldea al amparo del poder del estado, con recursos del estado, y que contaba con el apoyo de los grupos delictivos del estado, es decir las pandillas propias y se cocinaba una especie de reelección del grupo en el poder.
Cuitláhuac García Jiménez, el gobernador florero apoyaba abiertamente a Erick Cisneros, éste hacía lo suyo trabajando en el control de los municipios y el secretario de Finanzas José Luis Lima Franco, autorizaba los recursos que se requerían para la realización de una intensa campaña disfrazada de programa de apoyo hacia los afrodescendientes.
Ese proyecto llegó a entusiasmar al grupito de cercanos al gobernador, obviamente al gobernador y a los cercanos a Erick Cineros, pero al mismo tiempo creó un justificado temor entre colaboradores que no eran de las simpatías ni de un grupo ni de otro, es decir, de funcionarios que si creían en el proyecto cuatroteista, que venían de participar en movimientos sociales y que veían en Rocío Nahle lo mejor para el futuro del estado y del proyecto de Andrés Manuel López Obrador.
Los ingenuos se pasaron de listos, creyeron que nadie se iba a percatar de su plan sin tomar en cuenta que entre los funcionarfios morenistas había personajes como Manuel Huerta Ladrón de Guevara y José Manuel Pozos Castro, ambos cercanos al presidente quienes le podían filtrar información confidencial sobre lo que estaba pasando en Veracruz, tal como fue. Por eso es que cuando llega Rocío Nahle a la candidatura decide apretar a los traidores, echando a unos del estado y quitándose el marcaje de los otros, de los que dependen del gobernador y que solo aspiran a estar en un cargo público con presupuesto para amasar fortuna, que de política no saben nada y que eran un tremendo estorbo para la candidata.
Por eso Cuitláhuac no está considerado en el equipo de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, por traidor, por eso es que nadie de este equipo ha logrado engancharse en un huesito aunque sea chiquito del gobierno federal, por eso lo que se dice de que Cuitláhuac le rogó al presidente el pasado domingo, que lo recomendara para que le dieran algo en el equipo presidencial, tiene todo para ser real. Decía don Fernando Gutiérrez Barrios, en política hay que trabajar y hacer cosas que permitan volverse indispensable para ocupar un cargo, jamás andar pidiendo trabajo, eso es lo más humillante. Y tenía razón.
Exigen el pago de su fondo
El Fondo de Ahorro Capitalizable (Fonac) fue establecido por decreto presidencial, con el fin de que los trabajadores del Gobierno federal y local tengan dinero para mitigar los gastos que se generan por el inicio de cada ciclo escolar, por lo que el corte se realiza el 15 de julio de cada año y se les debió haber entregado el pasado 30 de julio.
Este asunto ya lo denunció la dirigente del sindicato de salud sección 40 del Hospital de Alta Especialidad de Veracruz, Elizabeth Melquiades Rodríguez, quien reclama que el pago del Fonac mencionado debieron haberlo hecho desde el pasado mes de julio, pero hasta la fecha, inexplicablemente lo mantienen retenido, “es un ahorro que hacemos los trabajadores mensualmente, nos descuentan dos días y lo vamos ahorrando durante un año, y nos lo pagan siempre en el mes de julio”, indicó.
Señalaron que el bono es para al menos dos mil trabajadores que están en espera de que se les pague dicho beneficio, y que abarcan los homologados, formalizados regularizados y algunos trabajadores de confianza.
Los inconformes acusaron que las autoridades “jinetean” el dinero que aseguran es suyo por derecho, por lo que urgieron al titular de la Secretaría de Salud en la entidad, a la titular de IMSS Bienestar Romana Gutiérrez Polo y al propio gobernador Cuitláhuac García Jiménez, que intervengan de inmediato para que cuanto antes les depositen en sus cuentas personales dicha prestación.
La líder sindical señaló a la doctora Romana Gutiérrez Polo y a la jefa de servicios administrativos y finanzas de la dependencia, Erika Montero Rodríguez de no haber planeado el pago de este bono, que año con año se realiza a los trabajadores agremiados al Sindicato de Salud sección 40.
Por último la dirigente sindical Elizabeth Melquiades, ha puesto al descubierto otra irregularidad, que la sedicente doctora Romana Gutiérrez Polo cuenta con una plaza de médico especialista sin haber cursado una especialidad médica, esto de acuerdo al portal de la Dirección General de Profesiones de la Secretaría de Educación…Lo bueno que ya se van los corruptazos.
REFLEXIÓN
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