Han pasado ya casi seis años desde que Cuitláhuac García asumió el cargo como gobernador, y es natural que, para alguien tan omiso en sus responsabilidades, llegue el momento en el que se le acaben los argumentos.
El discurso oficial desde diciembre del 2018 a la fecha es que “todo está bien” y cuando algo no esté bien -porque no puedan ocultarlo- entonces “es culpa de los gobiernos conservadores” que lo antecedieron.
Y el recurso es válido… pero sólo al principio. Ante la incansable repetición del pretexto, los ciudadanos comienzan a preguntarse: “y entonces él, ¿cuándo empezará a trabajar para resolver los problemas que encontró a su llegada? ¿Esperaba, acaso, encontrar todo en orden?”.
Venir a decir que, en efecto, faltó invertir en Radio y Televisión de Veracruz (RTV), pero que esa, como “todas las dependencias” se las dejaron “cayéndose” es, a todas luces, admitir que durante seis años no fue capaz de rescatar ese estratégico medio de comunicación.
Porque no se puede hablar de “rescate” a los trámites que hizo su gobierno para recuperar los permisos de transmisión, gestiones que quizá tuvieron que hacerse en la administración previa, pero que su “extraordinario equipo” (el director de RTV, el área jurídica de la televisora y sus consejeros jurídicos) no se tomaron la curiosidad de revisar lo que recibían.
Y vaya un ejemplo muy simple:
Si usted, ciudadano veracruzano, adquiere un bien comercial y a los seis meses recibe la visita de inspectores que le hacen ver que sus permisos no fueron refrendados, con seguridad habrá de renegar del anterior dueño, pero al final tendrá que reconocer que fue usted quien no revisó de manera eficaz la documentación recibida.
Esa fue la argumentación de los responsables en el bienio de Yunes Linares: “ahí están las actas de entrega-recepción. Si hubieran hecho bien su trabajo, desde el primer día de su gobierno pudieron haber cubierto esos trámites que faltaban. No lo hicieron”.
Desde la óptica de Cuitláhuac García, en lugar de estar protestando y reclamando mejores condiciones de trabajo, los trabajadores de RTV deberían ponerle un altar, pues gracias a él siguen teniendo trabajo, gracias a él RTV sigue operando. “¡Y todavía salen con que quieren que invierta en fierros!”.
Lo que se pueda hacer por RTV le tocará a la próxima gobernadora… como muchas otras cosas más.
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Epílogo.
Se tardaron, es cierto, pero al final los trabajadores de RTV salieron a la calle a manifestar su descontento con el trato que han recibido y a exigir mejores condiciones de trabajo. *** En realidad, la organización sindical se mantuvo en silencio durante más de cinco años que lleva la actual administración estatal, y no fue sino hasta ahora, que el sexenio está por concluir, que desempolvaron las quejas de sus compañeros y pidieron la cabeza de un director que, de por sí, ya tiene los días contados en esa institución, pues con el cambio de gobierno su salida es irreversible. *** “Solicitamos una auditoría financiera, operativa y administrativa que determine el estado real de las finanzas y la gestión de Radio Televisión de Veracruz. Este esclarecimiento debe ser integral abarcando todos los ingresos generados por la renta de equipos, patrocinios y convenios así de como todos los egresos (…) Exigimos respuestas claras sobre las razones por las que no se ha invertido en equipamiento, ni en la renovación de insumos. Las razones por las que no se han implementado o actualizado comisiones de seguridad, higiene y protección civil como lo dicta la ley, y por qué no se han seguido las normas en materia de seguridad para proteger la integridad de los trabajadores”, señaló Alejandro Guevara Paz Serviles. *** Ya les respondió el gobernador: “fue culpa de Yunes”.
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