Como sea, se puede decir que hubo un final feliz para las damas de Sefiplan en el terrible caso del baño con “La Puerta Negra”…
Lamentablemente no todas las mujeres que trabajan en Gobierno del Estado pueden cantar victoria… ¡Y lo peor! Son las que trabajan en Palacio de Gobierno.
Nos referimos a los baños que dan a la calle Leandro Valle. De ésos son los que se quejan.
Al menos los baños de estas empleadas afortunadamente no tienen ni cadenas ni candados, pero tampoco cuentan con tarja, ni tapa ni caja de agua… y para colmo, no funcionan los lavabos… lo que de cierto modo hace innecesario el letrero que alguien acomedido tuvo a bien colocar de que no se tiren los residuos del café en el lavabo que no sirve…
Y si eso parece terrible, lo peor es que –se quejan– ¡Casi nunca hay agua! Por lo consiguiente, entrar al baño ya se han de imaginar, es un verdadero martirio olfativo.
Ahora, cuando en una de ésas cae agua (Ellas dixit) hay que llevar lancha pues se sale el agua de esos lavabos que no sirven.
¿Puede haber algo peor después de pasar esto? Sí, ¡Entrar en esas condiciones en penumbras! El miércoles pasado se fundió uno de los dos focos y están a la espera de que pongan uno nuevo… pero en Servicios Generales, la respuesta del jefe del departamento, Yair Hernández, es ésta: ¡No hay! ¡No hay, mano! ¡No hay presupuesto! ¡Se acabó!
Para que tengan una idea del problema que es ir a unos baños así, debe tomar en cuenta que a ellos acuden las empleadas de Asuntos Indígenas, las de la subsecretaría Jurídica, de gobierno gubernamental, de Giras del Gobernador, las de Justicia Penal.
Sí, podría decir que baños debe haber más en Palacio de Gobierno… ¿pero se imagina el largo recorrido para hacer lo que haya que hacer?
Muchas empleadas acuden a lo que tienen que ir y sólo hay dos sanitarios… pero qué creen: sólo uno sirve para hacer pipí.
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