Dicen que los tiempos de Dios son perfectos… y eso lo sabe Carlos Marcelo Ruiz Sánchez, quien será el coordinador de la segunda fuerza legislativa en el Congreso del Estado la próxima semana.
Por cierto, en esta nueva camada legislativa, hay dos diputados que en la pasada legislatura se quedaron colgados de la brocha… es decir, por un pelito de rana quedaron fuera del Congreso: Adrián el Chino Ávila y el verde Carlos Marcelo Ruiz Sánchez… pero hoy, la vida política les dio la revancha.
No sé en el caso del naranja, pero en el verde aplica bien “los tiempos perfectos de Dios” y aquí les comento la razón.
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Si la memoria no me falla, en la pasada Legislatura, el PVEM llegaba con tres diputados encabezados por Ruiz Sánchez; el asunto es que por una mera cuestión de Género, zafaron al melenudo de Orizaba y entraron Tania María Cruz Mejía, Citlali Medellín Careaga y Rafael Fararoni, lo que le daba justo al partido del Tucán para una bancada, pero el tuxtleco luego luego, se pasó a Morena dejando desbancados a los Verdes… por eso, si Ruiz Sánchez hubiera entrado, sólo habría sido para quizás pasar sin pena ni gloria por esta Legis que fenece…
Hoy las cosas son diferentes para Ruiz Sánchez. Llega este cinco de noviembre, con una bancada de seis elementos por encima del PAN, lo que lo hace por un lado, el complemento perfecto para su aliado Morena y por otro, consolida al PVEM como segunda fuerza legislativa.
Ah, por cierto, ya confirmó Marcelo Ruiz Sánchez que la melena se queda aunque la manda era que una vez que llegara a la curul, aplicaba la de Sansón… Lo cierto es que las greñas ya han hecho del diputado pluri, una figura, un personaje, un distintivo; ahora se espera que él sepa aprovechar para bien de los veracruzanos, de los verdes, su estancia legislativa, con o sin cabellera…
Ah, por cierto, se acuerdan del Negro Cruz (qepd), aquel cuenqueño que a la mesa que llegaba, era capaz de citar salmos… pues parece que ahora tendremos al Verde Ruiz, quien si bien no llega con la Biblia desenvainada, es de esos hombres que al despertar, toma un salmo y lo hace la guía del día, de su quehacer, de su cotidianidad…
Por eso estoy seguro que si hay una oración que tenga en boca en estos momentos Ruiz Sánchez, es que “los tiempos de Dios, son perfectos”. |